Este martes, un tribunal ucraniano condenó a dos soldados rusos capturados a 11 años y medio de prisión por bombardear una ciudad en el este de Ucrania. Es el segundo veredicto por crímenes de guerra desde el comienzo de la invasión de Rusia el pasado 24 de febrero.
Alexander Bobikin y Alexander Ivanov, que escucharon el veredicto parados en una caja de vidrio reforzado en el tribunal de distrito de Kotelevska en el centro de Ucrania, se declararon culpables la semana pasada. «La culpabilidad de Bobikin e Ivanov ha sido probada en su totalidad», dijo el juez Evhen Bolybok, de pie frente a una bandera ucraniana.
Los fiscales habían pedido 12 años, pero los abogados defensores dijeron que la sentencia debería ser de ocho años. Justificando que los soldados se habían declarado culpables y expresaron remordimiento y habían estado siguiendo órdenes. Después del veredicto, se les preguntó a los dos si sentían que la sentencia era justa y ambos dijeron que sí.
Los guardias armados con rifles Kalashnikov esposaron a los dos y los sacaron de la sala del tribunal. Ambos reconocieron la semana pasada ser parte de una unidad de artillería que disparó contra objetivos en la región de Kharkiv con misiles Grad de la región rusa de Belgorod, informó Reuters.
La semana pasada, un tribunal de Kiev condenó a cadena perpetua a un soldado ruso de 21 años a cadena perpetua. Fue el primer veredicto de este tipo desde el inicio de la invasión. Vadim Shishimarin se había declarado culpable de matar a un civil de 62 años en Sumy en los primeros días de la invasión y había pedido perdón a su viuda durante una audiencia en la corte.