Este viernes, una explosión mortal golpeó el hotel Saratoga en el centro de La Habana, la capital de Cuba, matando al menos a ocho personas y envió a otras 25 al hospital. Según el diario oficial del partido comunista cubano, Granma, mostraban imágenes del lugar, cuyas paredes parecían haber volado por la explosión de varios pisos.
La policía y los rescatistas acudieron en masa al lugar, acordonando puntos clave y edificios cercanos, incluido el histórico edificio Capitolio. El presidente Miguel Díaz-Canel, hablando desde el lugar del desastre en la televisión cubana, dijo que la explosión en el Hotel Saratoga no había sido causada por una bomba y agregó que una fuga de gas parecía ser la causa más probable.
La televisión estatal informó que la explosión «no fue un ataque terrorista», y agregó que el hotel estaba cerrado y que solo había trabajadores adentro en el momento de la explosión. Un testigo de Reuters vio humo y llamas saliendo del edificio. Una foto del lugar de los hechos mostraba lo que parecía ser al menos un cuerpo con una tela blanca encima.
Cerca de allí, se vieron ambulancias acercándose a un hospital del casco antiguo de La Habana, rodeadas por una multitud de médicos, enfermeras, policías y curiosos. El hotel, de estilo neoclásico, fue remodelado por una empresa británica tras la caída de la Unión Soviética y durante muchos años fue considerado el lugar al que acudían los representantes del Gobierno y las celebridades, informó Reuters.
Últimamente había perdido algo de brillo con la apertura de nuevos hoteles en La Habana, pero seguía siendo un lugar de categoría. Según su página de Facebook, el hotel iba a reabrir sus puertas en cuatro días tras la pandemia del coronavirus, que bloqueó el ingreso a los turistas durante dos años.
