El Gobierno nacional necesita recaudar dólares para acumular reservas en el Banco Central. De esta manera, al contar con más billetes estadounidenses, la brecha con el peso argentino disminuye, cae la inflación y se cumplen las metas pactadas con el FMI. Es por esto que las exportaciones son cruciales para la Argentina y Alberto Fernández decidió apostar al GNL.
El Gas Natural Licuado es un recurso muy necesario para empresas y más ahora con la guerra de Rusia, uno de los principales productores. El ministro de Economía, Martín Guzmán, estuvo reunido con ministros de países del G20 para ofrecerles este servicio y garantizarles la demanda gracias a Vaca Muerta, desde donde se puede extraer un gran caudal.
A su vez, el GNL tendrá un rol determinante en los próximos años puesto que las matrices con menos emisiones de carbono utilizan este recurso. Está planeado que para 2050 la contaminación de esta índole se reduzca considerablemente por lo que Argentina podría aprovechar la situación y generar un gran caudal de exportaciones, algo que también sería posible gracias a las cualidades del gas natural que puede reducir su volumen hasta 600 veces.
Generar inversiones para las exportaciones
Para poder realizar esto se debe poner en marcha las inversiones dentro del país para luego iniciar con las exportaciones. En concreto, el Gobierno usará el proyecto de YPF de construir una planta de licuefacción de gas en Bahía Blanca con capacidad de entre 15 y 20 millones de m3. Esta obra costaría alrededor de 5.000 millones de dólares más otros 10.000 millones que se necesitan para extraer el gas de Vaca Muerta.
De este modo, el proyecto gasificador de Argentina es posible con inversiones de parte del Gobierno que sean netamente orientadas a este tipo de gas. La idea es construir esta mega obra con inversiones de parte de diferentes empresas y países del mundo que vayan a comprar el GNL a nuestro país puesto que las cuentas del Estado no pueden afrontar el gasto.