«Rusia está utilizando los suministros de alimentos como un arma con repercusiones globales, actuando de la misma manera que lo hace en el sector energético», expresó este martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el Foro Económico Mundial en Davos.
La diplomática europea dijo que la «cooperación global» era el «antídoto contra el chantaje de Rusia». «En la Ucrania ocupada por Rusia, el ejército del Kremlin está confiscando reservas de granos y maquinaria (…) Y los buques de guerra rusos en el Mar Negro están bloqueando barcos ucranianos llenos de trigo y semillas de girasol», agregó Von der Leyen.
La Unión Europea se ha comprometido a abrir «canales de solidaridad» con Ucrania: rutas logísticas alternativas para ayudar al país a exportar cereales. Los ministros de agricultura de los países europeos se reúnen en Bruselas este martes para discutir el progreso en el lanzamiento de estos.
La invasión rusa de Ucrania, y el intento de Occidente de aislar a Moscú como castigo, han disparado el precio de los cereales, el aceite de cocina, los fertilizantes y la energía. El Kremlin dijo el lunes que Occidente fue el responsable de la crisis alimentaria mundial al imponer las sanciones más severas en la historia moderna a Rusia por la guerra en Ucrania, informó Reuters.
La semana pasada, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, acusó a Rusia de usar la comida como arma al mantener suministros «como rehenes» no solo para los ucranianos, sino también para millones de personas en todo el mundo. Moscú rechaza esta acusación.