Uno de los tres policías de Mineápolis que vieron cómo su compañero Derek Chauvin mataba a George Floyd arrodillándose sobre su cuello se declaró culpable de complicidad en el homicidio en el caso de 2020, que desencadenó una ola de protestas por la injusticia racial en Estados Unidos.
Chauvin, un agente blanco, fue condenado el año pasado a 22 años de prisión tras ser declarado culpable de asesinar a Floyd, un hombre negro sospechoso de pasar un billete falso. Al declararse culpable, el ahora exagente Thomas Lane evitó un próximo juicio por el cargo más grave de complicidad en asesinato en segundo grado.
Aceptó una pena de tres años de prisión, informó el Minneapolis Star Tribune. Todavía no se ha programado una vista para la sentencia. Los otros dos exagentes implicados en la detención de George Floyd, Tou Thao y J. Alexander Kueng, tienen previsto ser juzgados en junio por cargos estatales, según los registros en línea del Tribunal del Condado de Hennepin.
En febrero, Lane, Thao y Kueng fueron condenados por cargos federales de privar a Floyd de sus derechos civiles al no prestarle ayuda cuando mostró signos de angustia mientras estuvo inmovilizado bajo la rodilla de Chauvin durante más de nueve minutos, informó Reuters.
Chauvin se declaró culpable ante el tribunal federal de los cargos de violación de los derechos civiles de Floyd. La muerte de Floyd provocó protestas en ciudades de todo el mundo contra la brutalidad policial y el racismo.