Sigue la conmoción en torno al grave accidente entre un taxi y tres estudiantes procedentes de Francia en el barrio de Palermo, Ciudad de Buenos Aires. El conductor del auto, de 74 años, arrolló a las jóvenes turistas tras sufrir un accidente cerebro vascular (ACV) y una de ellas murió; las restantes continúan internadas en el Hospital Fernández. Pero en las últimas horas, se conoció un video que muestra la reacción del taxista minutos después del siniestro fatal.
El mismo trascendió en las redes sociales de Clarín. “¿A dónde está? ¿Qué pasó? Contame que pasó”, se escucha decir al conductor del taxi. En medio de un llanto desencajado, una mujer que graba el video desde un auto que quedó en paralelo al coche del accidente, le contesta: “Atropellaste”. “Atropellaste a mucha gente”, le dicen testigos del hecho ocurrido el sábado en inmediaciones del Jardín Botánico.
En ese momento, al darse cuenta de lo sucedido, el taxista se agarra la cabeza con sus dos manos y se apoya en el volante. “¿En serio me decís? No, te juro que no vi a nadie. Me desvanecí. Estaba desvanecido. No sé qué me pasó”, remarcó el conductor del auto que atropelló a Anne-Lise Dumas, Clemence Rameau y Lwana Bichet. Esta última, fallecería el domingo tras un paro cardiorrespiratorio posterior a una operación.
Quiénes son las estudiantes francesas atropelladas
Las tres jóvenes de entre 23 y 25 años habían llegado a la Argentina procedentes de Francia hace un tiempo por un intercambio estudiantil de la Universidad de San Andrés que duraría seis meses. La idea de las chicas era estudiar, pero también conocer la Capital Federal. Pero, desafortunadamente, la travesía finalizó de la peor manera con la muerte de una de ellas y las graves heridas de las otras dos.
“Las otras dos chicas están bien. Rameau está internada en la unidad de emergentología por múltiples golpes y un neumotórax bilateral que ya está resuelto, pero está lúcida y consciente. Con respecto a Dumas, está en terapia intensiva por un traumatismo de cráneo leve, una contusión temporal y una fractura de pelvis que está contenida”, había explicado el lunes Ignacio Previgliano, director del Hospital Fernández, en diálogo con RPM (La 990).
La primera de ellas estaba en condiciones de recibir el alta en el mediodía de este martes, según señaló el titular del nosocomio. Por su parte, Lwana había sufrido una fractura de cráneo con hemorragia interna y heridas en uno de sus hombros. Llegó a entrar al quirófano del Fernández, donde fue operada. Sin embargo, murió de un paro cardiorrespiratorio por no haber podido superar el procedimiento.
La investigación judicial detrás del siniestro
En tanto, la Justicia porteña se encuentra en estos momentos investigando si el taxista que atropelló a tres turistas francesas estaba en condiciones de conducir el auto. O si había desoído alguna señal previa que le hubiere indicado que no estaba en condiciones de seguir manejando. Es que el caso llegó este lunes a manos del fiscal porteño Matías de Sanctis, según consignó Télam.
Si bien el funcionario judicial todavía no avanzó en imputaciones, sí comenzó a darle a la investigación una orientación que permita determinar si hubo alguna conducta reprochable por parte del conductor, que continúa internado en el Hospital Rivadavia, tras un posible infarto agudo de miocardio. El objetivo de la causa es establecer si el conductor del taxi cometió un “homicidio por imprudencia” o si no tuvo forma de evitar lo que ocurrió por sufrir un síncope fortuito.
La Fiscalía aguarda aún los informes médicos sobre la salud del taxista pero, mientras tanto, ya fue solicitada su historia clínica. Esto servirá para saber si el conductor había padecido algún episodio similar y si debía tomar alguna medicación que no estuviera tomando o que le hubiera podido causar el episodio que generó que perdiera el conocimiento.
No obstante, el Ministerio Público Fiscal aclaró que estas primeras medidas tienen que ver con darle un enfoque a la investigación. Pero que también podría estarse ante un caso en el que el conductor, en buenas condiciones de salud, sufrió un síncope del cual no tuvo ninguna advertencia por lo cual no habría conducta reprochable.