Este miércoles, la Unión Europa propuso sus sanciones más duras hasta ahora contra Rusia, incluido un embargo gradual de petróleo, mientras Ucrania seguía siendo objeto de fuertes bombardeos rusos y vigilaba con nerviosismo los ejercicios militares a gran escala en la vecina Bielorrusia, estrecha aliada de Moscú.
La Comisión Europea propuso eliminar el suministro de crudo ruso en seis meses y el de productos refinados a finales de 2022, lo que supone una presión sobre la ya maltrecha economía rusa, de 1,8 billones de dólares. El precio del crudo Brent subió un 3% hasta superar los 108 dólares por barril tras la noticia.
«(El presidente Vladimir) Putin debe pagar un precio, un alto precio, por su brutal agresión», expresó la presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen, en el Parlamento Europeo, entre los aplausos de los parlamentarios. El plan, si lo aprueban los Gobiernos de la UE, supondría un punto de inflexión para el mayor bloque comercial del mundo, que sigue dependiendo de la energía rusa y debe encontrar suministros alternativos.
Hungría y Eslovaquia quieren quedar exentos de la prohibición por ahora, dijeron las fuentes. También anunció sanciones contra el mayor banco ruso, Sberbank, otros dos bancos, tres emisoras estatales y oficiales del ejército y otros individuos acusados de crímenes de guerra, informó Reuters.
La Unión Europea aún no ha atacado el gas natural ruso, utilizado para calentar los hogares y generar electricidad en todo el bloque. El martes, Putin elevó aún más los riesgos económicos para los partidarios occidentales de Kiev al anunciar sus planes de bloquear las exportaciones de materias primas vitales.