Ucrania espera que un primer grupo de evacuados de las ruinas de una acería en Mariúpol, ocupada por Rusia, llegue este martes a la ciudad de Zaporiyia, y que los hospitales estén preparados para tratar a las personas por condiciones que van desde quemaduras hasta desnutrición.
El alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, explicó que más de 200 civiles permanecen en la planta siderúrgica de Azovstal en la ciudad portuaria del Mar de Azov, que ha sido devastada por semanas de bombardeos rusos, y que unos 100.000 civiles aún se encuentran en Mariúpol. «La columna (de evacuados) avanza hacia Zaporiyia», agregó.
«La evacuación continúa», dijo Boichenko en la televisión nacional. La ONU y la Cruz Roja iniciaron una operación coordinada con ambos países para sacar a mujeres, niños y ancianos de las acerías. El extenso complejo industrial de Azovstal se convirtió en un refugio tanto para los civiles como para los combatientes ucranianos cuando Moscú asedió Mariúpol.
Los hospitales han sido abastecidos y apoyados por voluntarios para prepararse para la llegada del convoy, explicó a Reuters la doctora Dorit Nizan, gerente de Incidentes de la OMS para Ucrania. «Estamos listos para (…) recibir casos de quemaduras, fracturas y heridas, además de diarreas, infecciones respiratorias. También estamos preparados para ver si hay mujeres embarazadas, niños con desnutrición», explicó.
«Estamos todos aquí y el sistema de salud está bien preparado», dijo. Afirmó que algunas personas habían llegado recientemente por sus propios medios tenían heridas leves. Pero que la salud mental era el «gran problema». «Muchos lloraron cuando llegaron, cuando los familiares los recibieron. Fue muy emotivo», expresó.