Marcelo Longobardi, periodista y conductor de radio, manifestó que Alberto Fernández en su gira por Europa se dedicó a comentar tonterías de la interna del Frente de Todos y criticar a Cristina Kirchner. Por otro lado, le pareció desafortunado que Fernández no repudie de manera firme la invasión de Rusia a Ucrania, cuando pretende convertirse en un proveedor confiable para los europeos.
«¿De qué habló el presidente ayer? De Cristina en España, de tonterías menores internas que, por lo general, los presidentes no ventilan. Alberto Fernández, por lo que veo, no tiene remedio. El presidente agregó que el kirchnerismo está obstruyendo al Gobierno nacional y aquí hay una especie de mal entendido. La señora Kirchner está luchando por el poder ¿Qué está obstruyendo? No lo sabemos», indicó Longobardi.
«Cristina expuso qué país quiere y dijo dos cosas fundamentales. China es el modelo y la República es un formato anacrónico ¿El presidente quiere eso? Porque Cristina insistió con esto veinte veces. Cuando el presidente dice que quieren lo mismo ¿A qué se refiere? El presidente terminó en España lanzando su candidatura a la reelección que, por lo general, todos los presidentes lo hacen en su país de origen y no a 13 mil kilómetros de distancia», insistió el exconductor de C5N.
«Acá llegamos al aspecto que involucra al presidente Fernández en España. Estábamos comentando recién este tuit que escribió el mandatario español, Pedro Sánchez, revelando que el presidente Fernández tiene mucha empatía con Europa. Una expresión que el presidente debiera ratificar, en otros términos. No es momento para ser simpáticos, sino para ser más firmes. Sobre todo, si el presidente ha entrado en una etapa en la que pretende marcar una diferencia con la señora Kirchner», comentó el comunicador que ganó el premio a la mejor labor periodística en 2016.
«No me voy a enojar porque no es hora para enojarse. Si hay una palabra que no aplica acá es empatía, esto no es empatía, no es decir me cae más o menos simpático el momento dramático que vive Europa que puede terminar con una bomba atómica en el medio de París. Hay una cuestión de valores, no de empatía. Segundo, el presidente Fernández pretende convertirse en un proveedor confiable para Europa y empezamos mal. Hay una enorme cantidad de obstáculos para que Argentina se convierta en un proveedor confiable de algo. Hace falta un proceso muy grande inversión», concluyó Longobardi.