El primer ministro Fumio Kishida y decenas de ciudadanos de Japón tendrán vedado su ingreso a Rusia por las sanciones de Tokio en respuesta a la invasión a Ucrania y por «avalar el hostigamiento occidental antirruso», anunció este miércoles la Cancillería en Moscú.
«La administración de F. Kishida lanzó una campaña antirrusa sin precedentes (y) permite una retórica inaceptable contra la Federación Rusa, incluyendo calumnias y amenazas directas. Esto encuentra eco en figuras públicas, expertos, representantes de los medios japoneses, que están completamente comprometidos con las actitudes de Occidente hacia nuestro país», expresó la Cancillería rusa en un comunicado, informó Télam.
La secretaria dirigida por Sergei Lavrov acusó a Japón de dar «pasos prácticos destinados a desmantelar buenas relaciones de vecindad, dañando la economía rusa y el prestigio internacional del país». Además, se prohibió la entrada al país «de manera indefinida» a 63 ciudadanos japoneses, entre ellos el primer ministro, miembros de su gabinete, legisladores, periodistas y académicos.
Anteriormente, Moscú y Tokio anunciaron la expulsión mutua de ocho diplomáticos de ambos países. Japón también se unió a los países del G7, Estados Unidos y la Unión Europea a la hora de aplicar sucesivas rondas de sanciones sobre el Kremlin por la invasión de Ucrania.
Esto causó un deterioro de las relaciones que durante los años anteriores Tokio se había esforzado en enmendar con Moscú, con vistas a buscar avances en la disputa territorial que ambos países mantienen desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Japón se consolidó como una potencia mundial a principios del siglo XX luego de derrotar a la Rusia zarista en una guerra entre 1904 y 1905.