A poco menos de un mes de su procesamiento, se complica la situación judicial de José Alperovich. Es que se elevó un pedido para que el exgobernador de Tucumán vaya a juicio oral y público. El mismo lo emitieron los fiscales Santiago Vismara y Mariela Labozzetta, esta última de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM). Es por la causa que investiga al exsenador nacional por haber agredido sexualmente a su sobrina entre 2017 y 2019.
Son al menos nueve los hechos, de los cuales dos son en grado de tentativa y seis de violencia agravada con acceso carnal incluido, según consignó NA. La denuncia es de 2018 y desde entonces hubo planteos de la defensa de Alperovich para llevar la causa a la Justicia tucumana. Por ello, la Corte Suprema de la Nación determinó la competencia para que el caso siga en manos del juez porteño Osvaldo Rappa.
El pedido de los fiscales
“En todos los casos, mediando para su comisión intimidación, abusó de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”, indicaron en el requerimiento de juicio por el cual deberá decidir Rappa. De ir a esa instancia oral y pública, recaerá la causa en un Tribunal Oral y Público de la Ciudad de Buenos Aires, donde a futuro se llevará a cabo el debate.
Asimismo, la fiscalía acusó: “Quedó comprobado cómo el imputado, utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante, haciéndolo por el transcurso de un poco más de tres meses”.
Al respecto, refirieron a la perspectiva de género e indicaron que la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, define a tal como “toda conducta, acción u omisión que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal”.
«Técnicas organizadas»
La sobrina de Alperovich trabajaba para el exmandatario provincial y en ese momento senador nacional, y denunció los hechos que venían ocurriendo al menos desde diciembre de 2017. Vismara y Labozzetta explicaron lo que significaba el estado de cautividad que padecía la víctima. Y remarcaron la particularidad de estar condicionado por la subordinación económica, social, psicológica, legal y política, así como la fuerza física.
“Los métodos para obtener el control de la víctima consisten en infligir el trauma psicológico de forma sistemática y repetitiva. Son técnicas organizadas de debilitamiento y desconexión. Estos métodos están pensados para causar terror e indefensión y destruir el sentido del yo de la víctima en relación con los demás”, concluyeron los funcionarios judiciales que buscan el juicio para Alperovich.
