Antes de viajar a Estados Unidos para participar de la Cumbre de las Américas, el presidente Alberto Fernández definió quién reemplazaría a Sergio Urribarri en la Embajada de Isarel. Se trata de una funcionaria que hasta el último lunes ocupó un cargo. Ella es Cristina Caamaño, exinterventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Tras cumplir su período y haberle pasado el mando a Agustín Rossi, el mandatario le ofreció a Caamaño ocupar la vacante del exgobernador entrerriano, quien debió renunciar al cargo tras ser condenado por corrupción. “Todavía no hay nada definido”, remarcaron desde el entorno de Caamaño a NA, ya que le habrían ofrecido otras opciones dentro del territorio argentino.
Con lo cual, la oficialista está “pensando todas las opciones” que recibió. De esta manera, Caamaño “aprovechará que el Presidente no está en el país para pensar” y responderá el ofrecimiento una vez que éste regrese. La Cumbre de las Américas tendrá a Fernández fuera del país al menos hasta el próximo sábado.
La reciente salida de Caamaño de la AFI
El pasado sábado, el Presidente oficializó al exministro de Defensa Agustín Rossi como nuevo titular de la AFI y le agradeció a Caamaño por su “notable esfuerzo y honestidad”. “Seguiremos trabajando como hasta ahora transparentando su funcionamiento y profundizando su eficiencia en el marco del Estado de Derecho”, enfatizó el Presidente en Twitter.
Alberto Fernández busca designar en Israel a una persona de su confianza, luego de la salida escandalosa Sergio Urribarri. El exgobernador de Entre Ríos renunció al edificio diplomático argentino en ese país el pasado 31 de mayo, semanas después de que se resuelva la condena por corrupción durante su mandato en su provincia.
La condena a Urribarri
El pasado 7 de abril, Urribarri fue condenado a ocho años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos, en el marco de una causa que juzgó distintos hechos en el lapso de 2010 a 2015. La Justicia entrerriana lo encontró culpable del delito de negociación incompatible con la función pública, por lo que enseguida presentó la renuncia al cargo diplomático que ocupaba.
Tras casi 50 audiencias, el fallo lo dictó el tribunal integrado por José María Chemez, Carolina Castagno y Elvio Garzón. El Ministerio Público Fiscal había pedido que se lo sancionara a 12 años de prisión y se lo inhabilitaba a ejercer cargos públicos. En cambio, la defensa técnica de Urribarri había requerido al Tribunal que lo absuelva.
La Justicia consideró probado que el exgobernador entrerriano direccionó contrataciones de publicidad del Estado provincial para fines particulares. Además, se incluyó en la sentencia a los exministros de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, y de Turismo, Hugo Marsó; además del exfuncionario legislativo Juan Pablo Aguilera, entre otros.
El juicio analizó varios episodios, como “El sueño entrerriano”, que fue el slogan de la fallida campaña presidencial de Urribarri, o “Causa del Mercosur”, sobre contrataciones por $28,4 millones para la organización del encuentro presidencial que se realizó en Paraná en 2014. Para la Justicia, parte de esos fondos tuvieron como destino la campaña política del exgobernador.
