El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se enfrentará este lunes a una moción de censura, después de que un número creciente de legisladores del gobernante Partido Conservador cuestionara la debilitada autoridad del líder británico por el escándalo del «Partygate».
Johnson ha estado bajo una creciente presión después de que él y su personal celebraran fiestas con alcohol en las oficinas del Gobierno mientras el país estaba bajo estrictos confinamientos para hacer frente al coronavirus. Al aparecer en eventos del Jubileo de Platino de la reina Isabel II en los últimos días, fue abucheado por el público.
Este lunes, el otrora inexpugnable Johnson recibió un ataque mordaz de un antiguo aliado, Jesse Norman, un exviceministro que dijo que la permanencia del primer ministro en el poder insultaba tanto al electorado como al partido. «Ha presidido usted una cultura de incumplimiento casual de la ley en el 10 de Downing Street en relación con el coronavirus», expresó.
Norman es uno de los más de 25 legisladores conservadores que afirman que Johnson ha perdido su autoridad para gobernar Reino Unido. Además, se enfrenta al riesgo de recesión, al aumento de los precios de los combustibles y los alimentos y al caos de los desplazamientos en Londres, por las huelgas patronales, informó Reuters.
«Se ha superado el umbral del 15% del partido parlamentario que solicita una moción de confianza en el líder del Partido Conservador», indicó Graham Brady, presidente del Comité 1922, que representa a los legisladores conservadores de base. Un portavoz de la oficina de Johnson dijo que la votación era «una oportunidad para poner fin a meses de especulación y permitir al Gobierno trazar una línea y seguir adelante, cumpliendo con las prioridades de la gente».
