El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) tomó este jueves una iniciativa que generó controversia en la comunidad en general. A través de una resolución, la administración de Horacio Rodríguez Larreta prohibió el lenguaje inclusivo en las escuelas. De esta manera, quedaron descartadas las expresiones que contengan la “e”, la “x” o el “@”. Es decir, no se podrán usar palabras tales como “todes”, “chiques”, “bienvenidxs” o “alumn@s”, entre otras.
En este marco, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña defendió este viernes la normativa que despertó varios adeptos, pero a su vez varios detractores. Asimismo, en una entrevista a Cristina Sin Vueltas (Radio Rivadavia), remarcó que es central “no cambiar las convenciones que permiten que nos entendamos”, ya que “el foco es que los chicos aprendan más”.
La funcionaria además descartó que la norma atente contra el lenguaje inclusivo en sí. También aseguró que desde su ministerio se trabajó en guías para facilitar el habla de los y las docentes. Y manifestó que aquellos educadores que desestimen la flamante norma deberán cumplir con un procedimiento disciplinario. Al respecto, descartó que se trate de “una caza de brujas”.
“El foco es que los chicos aprendan más, no está en perseguir o que sea una caza de brujas”, indicó Acuña. “La norma entró en vigencia desde su publicación y tiene un procedimiento administrativo y disciplinario en caso de que se incumpla, pero no vamos a perseguir ni a buscar para sancionar, queremos mejorar la enseñanza”, agregó.
En la misma línea, afirmó: “Esto no es prohibir el lenguaje inclusivo. Nosotros estamos entregando unas guías para el uso en las aulas con orientaciones a los docentes de cómo utilizar un lenguaje que visibilice, que sea neutral y que marque las diferencias y la diversidad sin tergiversar las reglas”, enfatizó la ministra.
Qué dice la normativa
La prohibición alcanza tanto a las escuelas públicas como a las privadas de la Ciudad y a los tres niveles obligatorios (inicial, primaria y secundaria). “Establézcase que, en el ejercicio de sus funciones, los/as docentes deberán desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza”, precisa la norma.
“La resolución apunta a eliminar todas las barreras y distorsiones del lenguaje tanto en la enseñanza de parte de los docentes, como en las comunicaciones formales con las familias y en los carteles que se encuentran en el establecimiento. En concreto, todas las expresiones con la ‘e’, la ‘x’ y el ‘@’ quedan prohibidas más allá de en diálogos informales como en los recreos o en las salas de profesores”, señala.
El objetivo del Gobierno porteño
En torno a la adopción de la medida, la ministra Acuña sostuvo que se tomó en base a la evidencia que dejó la pandemia de coronavirus, con foco en “los daños educativos de la cuarentena en términos de aprendizaje y socioemocionales”. Respecto a esto último, enfatizó en que se trabajó de forma conjunta con los directivos y docentes de los establecimientos.
“La evidencia de las evaluaciones y de los datos que tenemos es que hay muchos obstáculos para la fluidez y la compresión lectora. Cuando aparece la ‘x’ o el ‘@’, generan obstáculos y confusiones en aquellos que tienen un proceso de alfabetización que se inicia o que llegaron a tercer año sin saber comprender textos”, reveló la funcionaria porteña, al tiempo que marcó que los datos utilizados “son muy recientes”.
Por último, planteó: “No necesariamente el masculino genérico es la única opción de diálogo o de inclusión. Se pueden utilizar otras formas y eso es lo que estamos dando en esas guías de orientación. Lo importante es el foco en los aprendizajes”, insistió. Y aseguró que los establecimientos adoptarán nuevas opciones para la inclusión de las orientaciones de género en las escuelas.