Este viernes, alrededor de 2.000 migrantes intentaron saltar la alta valla que separa el enclave norteafricano español de Melilla, de los cuales un gran grupo consiguió cruzar desde Marruecos tras una escaramuza de dos horas con los agentes fronterizos, según las autoridades de España.
Melilla y Ceuta, un segundo enclave español también en la costa norte de África donde el año pasado miles de migrantes cruzaron a nado hacia España, se han convertido en la última década en puntos de paso populares para los inmigrantes africanos ilegales que intentan entrar en Europa.
«Un grupo numeroso de subsaharianos, perfectamente organizado y violento, ha roto la puerta de acceso del puesto de control fronterizo de Barrio Chino y han accedido a Melilla saltando por el tejado de dicho control», explicó la autoridad representativa del Gobierno español en la zona en un comunicado. El episodio comenzó sobre las 6:40 hora local y el cruce se produjo a las 08:40, «a pesar del amplio operativo de las fuerzas marroquíes», agregó.
La incursión fue la primera de importancia en cualquiera de los dos enclaves desde mediados de marzo, cuando España adoptó una postura favorable a Marruecos sobre el Sáhara Occidental, un territorio que Rabat considera suyo pero en el que un movimiento independentista apoyado por Argelia reclama la creación de un Estado soberano, informó Reuters
En las semanas de 2022 anteriores a ese cambio, las entradas de migrantes en los dos enclaves se habían más que triplicado en comparación con el mismo periodo de 2021. A mediados del año pasado, hasta 8.000 personas entraron a nado en Ceuta o treparon por su valla durante un par de días, aprovechando el aparente levantamiento de una red de seguridad en el lado marroquí de la frontera tras una disputa diplomática bilateral.