Esta semana se realizará la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, a la cual el Gobierno de Joe Biden tomó la decisión final de excluir a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a pesar de las amenazas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de no asistir a la reunión a menos que todos los países del hemisferio occidental fueran invitados.
Responsables estadounidenses determinaron que las preocupaciones sobre los derechos humanos y la falta de democracia en los tres países, los principales antagonistas de Washington en América Latina, pesaban demasiado en contra de invitarlos, manifestó una fuente con sede en Washington a última hora del domingo.
La exclusión de Venezuela y Nicaragua, liderados por partidos de izquierda, ya había sido señalada en las últimas semanas. Pero con Biden, quien debe inaugurar la cumbre este miércoles, la decisión final sobre Cuba, de Gobierno comunista, dependía de si se invitaba a un representante de menor rango en lugar del presidente de la isla, explicaron responsables estadounidenses.
La decisión de Estados Unidos fue reportada por primera vez por Bloomberg. La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios de la agencia Reuters. El presidente de México, del izquierdista Morena, ha dicho que estaba esperando a que Biden tomara una decisión antes de anunciar si iría. Activistas de la sociedad civil cubana han sido invitados al evento.
La mayoría de los mandatarios han señalado que asistirán, pero el rechazo sugiere que muchos en América Latina ya no están dispuestos a seguir el liderazgo de Washington. Altos cargos de la Casa Blanca han insistido en que el jaleo de las invitaciones se disipará y la cumbre será un éxito, independientemente de quién asista.