Mientras Alberto Fernández y Cristina Kirchner viven en departamentos de lujo, se atienden en el Sanatorio Otamendi y viajan en aviones privados, la mayoría de la sociedad debe renegar para llegar a fin de mes, atenderse en hospitales públicos deteriorados y viajar hacinados en el transporte público. Esas y otras diferencias son las que marcó Jonatan Viale, que engloba un total “divorcio con la realidad” desde el sector político.
Los datos de Jonatan Viale
“Hoy casi 4 millones de argentinos son indigentes, no tienen para morfar. ¿Qué come Alberto? En solo el año pasado, se presupuestaron $90 millones para el gasto en comidas y bebidas en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos, y $150.000 para gastos de comida de animales”, resumió el politólogo en su columna editorial de Radio Rivadavia.
Asimismo, recordó que los jubilados que cobran la mínima ganan $32.000, un monto por debajo de la línea de pobreza. Mientras, Cristina Kirchner gana $3.500.000 por la doble pensión vitalicia, 100 veces más. “Es el divorcio más gigante con la realidad que pueda haber existido. Están divorciados”, acotó al también ignorar las necesidades de los jubilados y de los sectores vulnerables.
“Es muy difícil conectarse con la realidad si no tenés ni la más pálida idea de lo que pasa en los colegios del conurbano”, acató Jonatan Viale, al mencionar que 300.000 chicos están sin clases en varias localidades por la falta de calefacción en las aulas. Sin embargo, desde el Gobierno de Cristina Kirchner, los docentes fueron maltratados al decir que solo trabajan 4 horas y tienen 3 meses de vacaciones.
Lo mismo sucede con la seguridad en la Argentina, con homicidios y robos cotidianos sin solución estructural, y hasta con la vestimenta, que ha aumentado hasta un 70% por la falta de insumos y de restricciones en las divisas. Con respecto a esto último, mientras el común de la gente se viste con lo que tiene desde hace años, Fabiola Yáñez luce marcas de lujo.
Conclusión
“No tienen ni idea de lo que pasa en la Argentina, no tienen ni idea de lo que pasa en la sociedad”, sentenció. Mientras el poder político discute con la Corte Suprema, “la gente se está muriendo de hambre”. Así, el verdadero divorcio no es entre el presidente y la vicepresidenta, sino el que tienen, según el periodista, ellos dos con la realidad de la gran mayoría de los argentinos.