El Gobierno nacional informó este martes que en mayo la Canasta Básica Total costó casi $100.000. A 24 horas de conocerse ese dato, la Ciudad de Buenos Aires (CABA) publicó un estudio sobre la tasa de pobreza, que indica que alrededor de 625.000 porteños continúan en esa condición. Es decir, dos de cada diez habitantes de la Capital Federal son pobres, como prolongación de la delicada situación a raíz de la cuarentena de 2020 y que va de la mano con los últimos índices de inflación.
El relevamiento, que analiza el panorama del primer trimestre de 2022, fue realizado por el Instituto de Estadística porteño. El mismo refleja una recuperación económica, pero al mismo tiempo que la tasa de pobreza en CABA al cierre del primer trimestre de 2022 fue de 20,3%. Esto representa una baja de 1,3 puntos con relación al período anterior. Si se compara con el mismo lapso de 2021 la reducción es de 6,2 puntos.
La peor situación socioeconómica en CABA se vivió en medio de la cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus, cuando en el segundo trimestre de 2020 un tercio de los habitantes había caído en la pobreza. Pero desde ese punto y a partir de la recuperación de la actividad, el trabajo y el salario iniciaron un proceso de recuperación que redujo ese porcentaje a 13,3 puntos.
La otra cara de la moneda muestra que aún se está lejos de lo que fue el mejor escenario en el tercer trimestre de 2015 cuando eran pobres el 13,6% de los porteños. Este es el primer dato oficial de pobreza que se conoce para el año, ya que a nivel nacional se evalúa en forma semestral y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) lo divulgará a fines de septiembre con datos a junio.
Indigencia y empleo
En tanto, en condición de indigencia, se encuentra el 5,9% de la población porteña, o sea 182.000 personas (ya incluidas en el total de pobres), que representa una baja interanual de 3,5 puntos. Con relación al cuarto mes de 2021 prácticamente no hubo cambios en la medición de indigencia. Siempre de acuerdo a la información oficial, la mejora de la condición social está vinculada a un avance en el mercado de trabajo y en ingresos.
“En el primer trimestre de 2022 el empleo siguió en ascenso (50,4%) y se expande por encima de la actividad (55,3%), por lo que la tasa de desocupación se contrae (8,7% de la población activa, unas 148.500 personas buscan una ocupación y están disponibles para empezar a trabajar pero no la consiguen)”, dice el trabajo. En paralelo, los ingresos laborales promedio crecen interanualmente (66,3%), así como la masa de perceptores.
Ingresos no laborales
A esto se suma que “los ingresos no laborales también aumentaron (69,7%), aunque se redujo la cantidad de perceptores a un nivel históricamente bajo”. En tanto, hubo incrementos en jubilaciones y pensiones (66,5% en promedio) y en las otras transferencias monetarias del Estado como la Asignación Universal por Hijo (52,7%), otorgadas a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).