El Kremlin dijo que el mundo podría estar al borde de una gran crisis alimentaria, culpando a las «restricciones ilegales» impuestas a Rusia por los países occidentales y las decisiones de las autoridades de Ucrania. Moscú se ha apoderado de gran parte de la costa de su vecino y está bloqueando sus puertos, pero está tratando de culpar de la falta de envíos de granos a las sanciones occidentales y a la propia Kyiv.
«Estamos potencialmente al borde de una crisis alimentaria muy profunda relacionada con la introducción de restricciones ilegales en nuestra contra y las acciones de las autoridades ucranianas que han minado el camino hacia el Mar Negro y no están enviando granos desde allí a pesar de que Rusia no lo impide de ninguna manera», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Por otro lado, este miércoles Moscú no descartaba una reunión entre el presidente Vladimir Putin y su homólogo Volodymyr Zelenskiy, pero que tales conversaciones «debían prepararse con anticipación». Peskov dijo que el trabajo de un documento de paz con Ucrania se había detenido hace mucho tiempo y no se había reiniciado.
El funcionario ruso expresó que las personas en las regiones ucranianas ocupadas por Rusia de Kherson, Zaporizhzhia y Donbas deben decidir su propio futuro y el Kremlin no dudó de que tomarían la «mejor decisión». Ucrania ha dicho anteriormente que la anexión de las regiones por parte de Rusia pondría fin a las conversaciones de paz entre las dos partes, informó Reuters.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acordó suministrar a Ucrania sistemas avanzados de cohetes que puedan atacar con precisión objetivos rusos de largo alcance. Peskov dijo que Moscú «no confía en esas garantías», por lo que se está evaluando el riesgo de que se disparen cohetes hacia territorio ruso y se están tomando las medidas adecuadas.