Luego de 3 meses sin mostrarse juntos públicamente, Alberto Fernández y Cristina Kirchner se reencontraron. El presidente y la vicepresidente estuvieron en Tecnópolis, donde junto al titular de YPF, Pablo González, celebraron los 100 años de la empresa estatal. Allí se vivió un momento muy particular ya que todos observaron cómo fue el trato entre los dos máximos funcionarios.
La tarde allí comenzó con un frío saludo entre ambos y una subida al escenario que tuvo a la vicepresidente como protagonista. A paso firme y por delante de todos, la exmandataria dijo presente y por detrás de ella llegó el jefe de Estado con papales en mano para su discurso. Poco a poco esta relación distante se fue disolviendo y todo terminó entre risas.
Cuando llegó la hora de hablar para Alberto Fernández nombró en al menos cinco ocasiones a su compañera de fórmula. Lo más destacado llegó sobre el final, cuando adelantó que seguirá «pidiéndole a todos mis compañeros y compañeras que me ayuden para hacer la Argentina justa, libre y soberana con la que soñó Perón, Evita, Néstor y Cristina y con la que sueño yo».
Ante esto, Cristina Kirchner acompañó los aplausos como en cada intervención que tuvo el mandatario. Sin embargo, este es el desenlace de una historia que comenzó con una notoria distancia entre los dirigentes que en un específico momento de la tarde se quebró por un pedido de la vicepresidente: una lapicera. Ese hecho cambió el clima y terminó con aplausos y sonrisas de ambas partes.
La lapicera de Cristina Kirchner y Alberto Fernández
Mientras Pablo González, titular de YPF, hablaba para todos los presentes, Cristina Kirchner, por lo bajo, le pidió una lapicera a Alberto Fernández. Rápidamente el mandatario se la dio e instantes después la funcionaria le devolvió el gesto con una mirada cómplice. «Te dije que vos tenías la lapicera, yo lo que te pido es que la uses. La uses con los que tienen que darle cosas al país», deseó la líder del Frente de Todos mirando fijamente al jefe de Estado.
De allí en adelante entre ambos se devolvieron sonrisas, aplausos y asentían lo que la otra persona decía. Visto de esa manera no parecía que haya un conflicto entre ambos aunque el comienzo del acto los delató. Sin embargo, esta aparición pública de ambos y un buen diálogo favoreció a que sus imágenes mejoren y despejar por un rato las tensiones dentro del Frente de Todos.
