Este martes, el G7 acordaron explorar la posibilidad de imponer una prohibición al transporte de petróleo de Rusia que se haya vendido por encima de cierto precio. «Invitamos a todos los países de ideas afines a considerar unirse a nosotros en nuestras acciones», dijeron los líderes del grupo en el comunicado.
El grupo está considerando los topes de precios como una forma de evitar que Moscú se beneficie de su invasión de Ucrania, que ha elevado drásticamente los precios de la energía, eliminando el aguijón de los esfuerzos occidentales para reducir las importaciones de petróleo y gas rusos.
Un tope en el precio del petróleo aumentaría la presión occidental existente sobre Rusia a partir de las sanciones, que el canciller alemán Olaf Scholz insistió en que se mantendrían hasta que el presidente ruso, Vladimir Putin, aceptara el fracaso en Ucrania. «Solo hay una salida: que Putin acepte que sus planes en Ucrania no tendrán éxito», dijo Scholz.
La idea detrás del límite es vincular los servicios financieros, los seguros y el envío de cargamentos de petróleo a un precio máximo. Un transportista o un importador solo podía obtenerlos si se comprometía a fijar un precio máximo para el petróleo ruso, informó Reuters.
Las naciones del G7 quieren aumentar la presión sobre Rusia sin avivar la inflación que ya se dispara y que está causando tensiones internas y atacando a las naciones en desarrollo. En su declaración, los líderes prometieron el martes 4500 millones de dólares para combatir el hambre en el mundo, pero los activistas criticaron la suma como demasiado baja.
