La portavoz de la Presidencia Gabriela Cerruti negó las alarmas y antecedentes el avión inmovilizado en Ezeiza desde el 6 de junio. Así, remarcó que «ni los miembros de la tripulación» ni el avión venezolano de la empresa iraní Emtrasur tienen algún tipo de advertencia, pese a que la aeronave circuló con el transponder apagado. Además, la noticia ocupó la tapa de varios medios internacionales, como CNN y BBC.
Ante la pregunta sobre si el Gobierno nacional tenía conocimientos del avión sospechoso, la portavoz, en la conferencia de prensa de Casa Rosada, hizo las aclaraciones. “El Gobierno argentino llevó todas las medidas que había que llevar adelante con respecto a esta aeronave. Esta aeronave circuló por los cielos de México, Paraguay, Uruguay y fue detenido precisamente en la Argentina«, indicó.
En ese marco, precisó que «ninguno de los miembros de la tripulación tenía alertas ni antecedentes ni el avión» y añadió que, en referencia a la información relevada, «todos los datos están a la vista». “La embarcación no podía cargar nafta porque las empresas proveedoras de esa nafta tenían una alerta por sanciones económicas del Gobierno de los Estados Unidos a los países, no a la aeronave ni a la tripulación”, amplió.
«Palito» para los medios
A continuación, apuntó a los medios de comunicación por instalar la polémica y divulgarla. «Entendemos que la novela periodística sobrepasa los límites de lo razonable y que se puede generar cierta sensibilidad tratándose de un país en el cual la Argentina sigue reclamando el esclarecimiento de los atentados sucedidos en el país». Luego, agregó que «más allá de esta sensibilidad que entendemos, el resto forma parte de la novela que cada medio quiera hacer».
Ante otra consulta, Gabriela Cerruti insistió en que el Gobierno, «a través de sus agencias, consultó en todas las bases y en todos los lugares por donde se consulta frente a estas situaciones». Reiteró que «no había ningún tipo de alerta» y que «no pesa ninguna inhibición ni sobre el avión, ni sobre los que lo estaban tripulando», solo la sanción económica.
Denuncias y pedidos de interpelación
La DAIA presentó una denuncia penal por el avión retenido en Ezeiza desde el 6 de junio, mientras que Waldo Wolff, diputado por Juntos por el Cambio, pidió una interpelación. La justificación principal no es solo la conexión de la aerolínea Mahan Air con células terroristas, sino también el exceso de tripulantes que había en el Boeing, cuando solo se necesitaban 5 personas.
¿Son ciertas las palabras de Gabriela Cerruti?
La Embajada de Israel en Argentina publicó recientemente un comunicado detallando la preocupación por los funcionarios iraníes que llevaba a bordo el avión. Al contrario de lo que afirmó Cerruti en la conferencia de prensa, la entidad confirmó que Gholamreza Ghasemi (el piloto del avión) es Gholamreza Ghasemi de Qeshm Fars Air, empresa que se dedica al tráfico de armamento y al traslado de personas y equipos que operan para la Fuerzas Quds iraníes.
Por otro lado, a lo largo de 4 semanas existieron alarmas en toda la región. La situación inició el viernes 13 de mayo a la noche, cuando el avión Boeing 747 Dreamliner de la firma Empresa de Transporte del Sur SA (Emtrasur) aterrizó en Paraguay, en el Aeropuerto Internacional Guaraní, Ciudad del Este. La embarcación aérea permaneció allí hasta el 16 de mayo.
Federico González, ministro del Interior de Paraguay, afirmó que tanto su país como Estados Unidos alertaron a la Argentina sobre la aeronave, que primeramente arribó a Córdoba. “Recibimos un aviso de que es una empresa y por ende una aeronave que estaba sancionada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Y que sus tripulantes eran miembros de la Fuerza Al-Quds, la fuerza revolucionaria de Irán, a quienes Estados Unidos tiene en una lista de terrorismo”, sostuvo.