Luego de idas y vueltas que lo relacionaban con Juntos por el Cambio, finamente Javier Milei lanzó su campaña presidencial por cuenta propia. Esto sucedió durante un acto en la cancha de fútbol de El Porvenir en un evento en el que también participó el cantante de cumbia que está incursionando en política, El Dipy. Frente a poco menos de 1.500 personas, el economista anunció oficialmente que irá por las elecciones 2023.
«No necesitamos un focus para ver qué contestamos. Lo hacemos desde nuestra convicción y valores morales. Pedimos el voto para sacarles el poder a ellos y devolvérselo al pueblo. Por eso tienen miedo. Nos difaman para mantener sus privilegios, pero nos mantenemos estoicos porque estamos convencidos de la pelea«, aseguró el diputado liberal.
En este mismo sentido el dirigente remarcó que «somos nosotros contra todos: los políticos chorros, los empresarios prebendarios, los periodistas ensobrados y los sindicalistas tranzas”. En este contexto, el precandidato a presidente busca mostrarse como una alternativa por fuera de las características convencionales de la política Argentina.
Además, Javier Milei aseguró que «esta es una oportunidad histórica para vencer a la casta y poner de pie el país«. En medio del griterío del público que esperaba un menaje contundente de su parte, el economista advirtió que no se metió «en el pantano inmundo de la política para ser parte de un nuevo fracaso sino para transformar Argentina en una potencia».
Las bases de Javier Milei
Uno de los puntos controversiales sobre las ideologías de Javier Milei es su sustento histórico y sus ideas concretas. Los partidos más populares de la Argentina cuestionan que al no tener un extenso recorrido será difícil que gane aunque el diputado alerta que en las encuestas va en los primeros puestos porque tienen un modelo diferente.
«Algunos siembran dudas sobre si tenemos un modelo. Nuestra guía es el modelo del liberalismo. Podemos ver nuestra historia. En 1860 cuando se aplica la Constitución de Alberdi dejamos de ser un país bárbaro. Otro caso es Irlanda. Tienen el caso de India, que al adoptar un modelo liberal multiplicó por 11 el PIB per cápita. Los países libres son ocho veces más ricos que los reprimidos«, finalizó.