Las estafas siguen creciendo a nivel mundial desde el inicio de la pandemia. Hace un tiempo surgió una modalidad que también se está extendiendo en algunos países y sobre todo en Argentina. Se lo conoce como la «llamada perdida». Básicamente, el receptor que devuelve la supuesta llamada anónima nunca logra concretar la conversación. La víctima por devolver este llamado termina perdiendo una parte del crédito móvil que queda en manos del delincuente.
«Aparece a las 2 am un llamada perdida en el celular y decis ¿Quién habrá sido? Es más a veces llamas a ese numero y se corta y es reiterado, porque cambian de horario», expresó el periodista que presentaba la noticia en La Nación+. Uno de los invitados, Julio López, especialista en ciberseguridad, explicó que se trata de una estafa para quitarle el crédito del celular a la víctima.
«Esta trampa lo que hace es pescar al tipo curioso y ansioso. El que devuelve la llamada en realidad está llamando a un número que le produce un recargo. Los teléfonos argentinos empiezan con 54 y cuando ves que el numero comienza con otro prefijo como 34 o 1 es porque es un teléfono de otro país», sentenció López con total claridad.
El origen de estas llamadas buscan estafar al receptor y suelen ser de Ghana, Albania, Costa de Marfil y Nigeria. «El problema es que justo los que llaman son teléfonos internacionales que empiezan con 22, entonces la gente cree que es algo cercano de La Plata o de Mar del Plata, pero en realidad es de Nigeria o Costa de Marfil», indicó el especialista.
Hay una modalidad similar que consiste en llamar a un número que termina controlando el Whatsapp de la víctima. Por lo tanto, recomiendan no llamar a prefijos que comiencen con 67 o 405 y tampoco a llamadas internacionales de personas que no estén agendadas. Este tipo de estafas son muy frecuentes en otros países como España o Paraguay.