JUJUY.- De un tiempo a esta parte, en Juntos por el Cambio, Gerardo Morales se ganó la desconfianza de sus aliados. Parte de su estrategia como candidato presidencial es mostrarse dialoguista con todos los sectores. Es normal su postura, quiere limpiar la imagen que trae desde su provincia, la de un caudillo que no admite oposición y que persigue a cualquiera que ose ponerse en contra suya. Lo que sí está dispuesto a importar desde Jujuy al país es su acuerdo con el peronismo y los sectores cercanos a Sergio Massa.
Esta semana el gobernador de Jujuy fue a reunirse con la cúpula de JxC en Córdoba, pero antes organizó un mitin radical para mostrar la unidad de la fuerza que conduce e, increíblemente, adelantar que le gustaría sumar al peronismo e inclusive a uno de los líderes libertarios a la alianza que el centenario partido mantiene con el macrismo. Sin duda esto volverá a generar cortocircuitos internos.
Como ya es costumbre, los últimos meses, Morales aprovecha cualquier ocasión para generar rispideces en JxC, está vez dijo que espera que a la fuerza política se “incorporen más sectores del peronismo, también terminar con la grieta y alcanzar un gran acuerdo político nacional; caso contrario Argentina no tiene salida si no hay un acuerdo para un plan a diez años”.
Pero el dirigente radical no se quedó ahí con su intentona aliancista, además halagó a José Luis Espert lo describió como “una persona de pensamiento liberal de derecha», pero que «es racional», es decir con quien «tal vez se pueda hablar”. Es decir que el límite del mandatario de Jujuy, que hasta hace unos días eran los libertarios, se corrió bastante hacia la derecha, aunque aún no quiera reconocerlo de manera pública.
También tuvo palabras de elogio para el gobernador cordobés Juan Schiaretti con quien ya tenía una fuerte vinculación cuando ambos eran parte del entorno de Massa. Pero la frutilla del postre para terminar de enervar a sus socios de Juntos fue respaldar las palabras de Cristina Kirchner que le achacó la responsabilidad de la deuda externa y de la crisis al macrismo. “Obviamente que tenemos responsabilidad. No hay fuerza política que escape a la responsabilidad de lo que pasa en Argentina”, señaló.
El peronismo es un partido nacional, histórico, como el radicalismo, que somos centenarios. Tenemos visiones bastantes parecidas, más allá de las disputas electorales que tuvimos históricamente y seguiremos teniendo. Es una fuerza política que respeto, así que es importante el diálogo con referentes del peronismo con los que tenemos algunas coincidencias”, cerró el mandatario sus declaraciones que seguramente tendrán eco en el seno de Juntos por el Cambio.
