Martín Guzmán cerró este mediodía el Foro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) con varias definiciones del Gobierno nacional. Entre ellas, defendió enfáticamente el proyecto de Renta Inesperada, por entender que esa iniciativa permitirá que el país «progrese sobre bases de equidad». La gran mayoría de los presentes allí reunidos, por no decir todos, están en contra de esta propuesta.
«Renta inesperada no es un nuevo impuesto. Es una sobre alícuota de un año en un contexto de guerra en Ucrania que ha generado un gran problema distributivo en todo el mundo», explicó en su disertación en el Hotel Sheraton & Convention Center- Park Tower, en el barrio porteño de Retiro. “No hay progreso si no es compartido. Cuando pasa algo tan extraordinario como la guerra, nuestra responsabilidad es actuar para que la Argentina progrese sobre las bases de la equidad”, añadió.
Además, comentó que hay países que “ya lo adoptaron, para sectores específicos. Por eso, para nosotros es importante, porque el Estado tiene la responsabilidad de establecer reglas de juego para una sociedad que progrese». Su monólogo sucedió después de que el presidente de esa entidad, Jaime Campos, dijera que el proyecto de renta inesperada «es un retroceso».
Presión tributaria
Con respecto a la presión tributaria, Martín Guzmán rechazó la existencia de 165 impuestos distribuidos en nacionales, provinciales y municipales. “¿Hay alguien que paga en Argentina 165 impuestos? Nadie paga eso. Y si no, veamos cuántos impuestos hay en los Estados Unidos, sumando todos los niveles de gobierno. A nivel nacional hay 28 impuestos, de los cuales 12 recaudan el 94,5% del total. Y en las provincias habrá que ir eliminando gradualmente los más distorsivos”, aseveró.
Por eso, consideró que la presión «es más baja que el promedio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)?. Pero el problema es la informalidad. Si tuviéramos niveles de formalidad como los países de la OCDE, la discusión sería otra». «Por eso, acá tratamos de actuar con pragmatismo, sin ideologías. La sostenibilidad fiscal es un activo: si se toman medidas que le generen un daño mayor al fisco, eso va a provocar mayor inestabilidad», indicó.
Dolarización
La dolarización también fue otro de los temas que tocó Guzmán, al haber sectores de Juntos por el Cambio y el liberalismo que proponen el cambio de moneda. “La Argentina no puede abandonar el camino de construcción de una moneda respetable, más fuerte. Abandonar la moneda es reconocer una derrota como Estado-Nación. Por eso, las propuestas de dolarización que andan dando vueltas no tienen sentido y dañarían fuertemente a la República», postuló.
Para él, la solución pasa por fortalecer el peso argentino y, junto con ello, la confianza externa. “Hay ciertas condiciones que alcanzar: primero, tener más sostenibilidad desde el punto de vista externo. La Argentina necesita acumular reservas, lo cual a su vez requiere de que el perfil productivo genere un crecimiento de las exportaciones que sea consistente con la demanda de divisas que el crecimiento económico necesita», indicó.
Críticas a Martín Guzmán y al proyecto
Jaime Campos, quien habló antes que el ministro, cuestionó duramente el proyecto de Renta Inesperada que se anunció el día de ayer. “El ámbito propio de las empresas privadas debe ser respetado y la injerencia del Estado, como sucede con el control de precios, no contribuye a dinamizar la economía del país”, explicó. Además, dejó asentado que “el sector privado es el factor clave para el desarrollo”.
El presidente de la empresa forestal Celulosa Argentina y hermano del exgobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, José Urtubey, también rechazó la aplicación del proyecto. “No necesariamente va a ser el más eficiente.Yo no creo en el exceso de impuestos, pero yo lo que sugiero analizar el impacto real”. Cristiano Ratazzi, directivo de Fiat, opinó que lo único que se debe hacer es “controlar los gastos y bajar la inflación. El resto es para hacer un poco de circo”.
