Daniel Scioli, exembajador argentino en Brasil, remplazará a Matías Kulfas en el Ministerio de Desarrollo Productivo. El presidente, Alberto Fernández, decidió elegir al nuevo dirigente ayer por la tarde en busca de cambiar los malos resultados de la gestión de Kulfas y por un mensaje falso que envió a periodistas. Scioli logró en los últimos años aumentar las relaciones comerciales entre argentinos y brasileños con récords en exportaciones.
Según datos de la agencia Télam, Kulfas le envió a periodistas un informe para culpar a funcionarios que responden a la vicepresidenta por la licitación del gasoducto Néstor Kirchner. Supuestamente, la maniobra fraudulenta favorecía a una empresa específica. Lo cierto, es que Kulfas se basó en testimonios de otros dirigentes políticos y no sobre hechos concretos, por lo tanto, Fernández le pidió la renuncia.
Otros funcionarios cristinistas consideraban que Kulfas era una persona que realizaba operaciones políticas para perjudicar a la vicepresidenta, por consiguiente, no era favorable que estuviera en el gabinete. De hecho lo culparon de difundir el mensaje erróneo sobre las licitaciones para la realización del gasoducto a diferentes periodistas a través de Whatsapp y con información totalmente falsa.
«Es éticamente reprochable hablar en off en desmedro de otro. Así siempre lo he expresado públicamente. No avalo esos procederes y comparto el malestar expresado por Cristina Kirchner. El debate que debamos dar, démoslo con responsabilidad», sentenció Fernández en su cuenta de Twitter tras pedirle la renuncia al funcionario.
El mensaje en off difundido a periodista decía: «La lapicera la tienen que usar los funcionarios de Cristina, que fijaron las condiciones para darle la construcción de las cañerías del gasoducto de Vaca Muerta a Techint. Es Integración Energética Argentina (IASA), con funcionarios designados por ella, quienes hacen las licitaciones. Los que no usaron la lapicera como corresponde fueron sus funcionarios de Leasa».
«Ellos armaron un pliego de licitación a la medida de Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 mm de espesor. Si en lugar de poner esa especificación hubieran puesto 31mm, como son los gasoductos en Europa, se podría haber provisto caños desde otra firma que produce en Villa Constitución (Laminados industriales SA)», concluyó el polémico mensaje.
