La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) expresó hoy su «profunda preocupación» ante las modificaciones dispuestas por el Banco Central (BCRA) en materia de pago a las importaciones. Miguel Pesce, titular de la entidad financiera, manifestó que las importaciones han aumentado un 205% en los primeros 5 meses del año y que están dificultando al Banco Central para acumular las reservas en dólares.
La cámara rechazó las nuevas restricciones, según NA. Esperan que a «mayor brevedad posible la operatoria del comercio exterior paulatinamente se normalice, y que se encaren las acciones de fondo que se requieren para que el país se desarrolle, incluyendo la generación de confianza y un clima de negocios adecuado, en beneficio del sector representado y de la economía nacional en su conjunto».
¿Qué implica la restricción a las importaciones?
El organismo explicó que «en la práctica implican la instauración de nuevas y significativas restricciones a las compras externas, que se agregan a tantas otras ya existentes». «La extensión del requisito de financiamiento previo para buena parte de los bienes y servicios importados, incluyendo no solo artículos de consumo (que representan menos del 10% del total) sino también materias primas, bienes intermedios y bienes de capital. Significa, para buena parte de las empresas, una severísima restricción a sus posibilidades de importar», señaló.
Dificultades en la producción
También hicieron mención del «elevadísimo nivel de riesgo país” y del “historial crediticio que dista de ser inmaculado”. Sobre esto, ampliaron que “las posibilidades de obtener financiamiento de proveedores del exterior son muy limitadas y a costos elevados, máxime cuando se enfrenta un escenario de escasez de diversos productos a nivel global».
«Esto hace que imponer está exigencia sea muy similar a condenar a numerosas empresas argentinas a reducir drásticamente -o incluso suprimir- sus compras del exterior», señaló la cámara. Además, sostuvo que «buena parte de dichas compras no son bienes terminados sino insumos para los más diversos procesos productivos, lo cual amenaza con paralizar las operaciones de múltiples ramas de la actividad, dañando severamente a la economía en su conjunto, con su consiguiente perjuicio en materia de empleo, recaudación tributaria y tantas otras variables».
¿Por qué se decidió restringir?
La decisión se tomó luego de las declaraciones de Cristina Kirchner en el plenario de la CTA, en donde elevó el reclamo por el cese del “festival de importaciones”. Aunque el Gobierno, entre ellos el ministro de Economía Martín Guzmán, contradijeron a la vicepresidenta, el presidente del Banco Central adaptó las medidas acorde a sus quejas.
«La opinión de la vicepresidenta es muy valiosa. A veces me ha hecho consultas sobre el BCRA y me da su opinión, pero no es habitual… es muy respetuosa del rol que tiene cada uno. Las opiniones privadas y públicas uno siempre las escucha. Yo trato de resolver los problemas que tengo a mi cargo. Me parece que en Argentina se sobreactúa las dificultades que generan los problemas políticos. Tenemos que enfocarnos en solucionar los problemas reales», subrayó Pesce.