El presidente Alberto Fernández se puso en contacto con los allegados de la dirigente de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, para saber de su estado de salud. Actualmente, esta cumple prisión domiciliaria desde hace seis años por delitos de asociación ilícita, fraude y extorsión. Por su diagnóstico, fue internada en terapia intermedia en el Sanatorio Los Lapachos de San Salvador de Jujuy.
Según contó Gabriela Cerruti, portavoz de la Presidencia, a Télam, el jefe de Estado se mostró “preocupado” por la salud de la líder, y también por su situación judicial. «El Presidente se comunicó con los médicos y allegados. Está preocupado y en permanente contacto para estar al tanto de su situación de salud«, mencionó la funcionaria.
Deterioro de salud de Milagro Sala
«Como expresó en reiteradas oportunidades el presidente y cuando la fue a visitar, Milagro Sala está sufriendo una cárcel injusta, que no tiene ningún viso de legalidad», sostuvo la vocera. En esa línea, reiteró el pensamiento del presidente de que «debe resolver inmediatamente la Corte Suprema de Justicia, que tiene esa causa y no hace nada para avanzar».
«El deterioro de salud de Milagro tiene que ver también con esta prisión injusta a la que sigue sometida. El presidente ha denunciado esta situación en múltiples oportunidades y lo seguirá haciendo porque considera que no hay ninguna razón, ni siquiera por las cuestiones por las que se la acusa para que lleve seis años detenida sin ningún piso de legalidad», añadió la portavoz.
Denuncia por hostigamiento
La principal referente de la Tupac Amaru, que tiene más de 150.000 afiliados y 4500 personas trabajando dentro de ella, permanece internada “estable” en una sala de terapia intermedia. Su defensa denunció “hostigamiento” por parte del personal policial que la custodia. La activista ingresó este lunes al sanatorio privado «Los Lapachos», de San Salvador de Jujuy, con un cuadro de «trombosis venosa profunda» luego de que se le practicaran estudios de rutina debido a un dolor que le aquejaba en su rodilla izquierda.
Los abogados defensores de la dirigente social informaron que, desde ese momento, Sala fue trasladada a la unidad de terapia coronaria, “para ser compensada y recibir el tratamiento necesario para la trombosis”. En tanto, luego, fue trasladada a una sala de terapia intermedia, según se consignó este martes: «Permanece internada en terapia intermedia con un diagnóstico de trombosis venosa profunda y, tras la intervención médica, se encuentra, actualmente, estable y sin complicaciones respiratorias”.
Intervención de la CIDH
El 23 de noviembre de 2017, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) consideró que Sala permanecía detenida en condiciones incompatibles con su dignidad humana. El método o manera de ejecución de la medida privativa de libertad la estaba sometiendo a angustia o dificultades mayores al sufrimiento intrínseco a toda detención, y dictó una medida provisional en ese sentido.
La cautelar que la CIDH otorgó a Sala responde a que consideró que “sus derechos a la vida e integridad personal enfrentan un riesgo de daño irreparable” por las condiciones en las que se encontraba detenida en el penal de Alto Comedero. Por ese motivo, la entidad internacional recibe información periódica que denuncia la falta de independencia de la Justicia.