Beatriz Sarlo, escritora, ensayista y socióloga con más de 40 años de trayectoria profesional, manifestó que Mauricio Macri es un «político mediocre» que representa el momento actual de la Argentina, un país que considera en creciente decadencia. Por otro lado, calificó a Cristina Kirchner como una dirigente con reflejos «autocentrados» y «autoritarios», pero que recita ideas bien formuladas.
«Cristina es una política con muchos reflejos auto centrados y autoritarios. Su comportamiento político en privado es autocentrado y en la televisión revolea las manos. Ella no tiene problemas de sintaxis y hoy es un mérito, pero hace 20 años todos los políticos no tenían ese problema de sintaxis. Habla con la elementalidad con la cual escribe, pero son ideas bien formuladas», sentenció Sarlo en radio La Red.
«Mauricio Macri no pertenece al mismo rango. Tiene ideas liberales y de mercado que las aprendió en alguna parte… es muy poco sensible a los social desde los gestos. Es un político mediocre y este es un país crecientemente mediocre y crecientemente en decadencia», indicó la mujer de 80 años con total honestidad y de manera directa.
«En principio (un buen político) debe mantener principios de honestidad personal como pagar los impuestos. Yo he pagado impuestos en muchos países del mundo y puedo jurar ante los santos evangelios que siempre fueron más altos que los que se pagan en Argentina. En los lugares que son más prósperos, más impuestos he pagado», comentó la escritora que también es periodista.
«Una crisis es cuando aquellos factores que aparentemente están organizados en una sociedad o en una familia se desorganizan. Son factores que uno cree que conoce y que puede recorrer y de repente esos caminos se desorganizan. No soy kirchnerista, pero la caída del presidente, Alberto Fernández, hoy sería una crisis muy seria y la Argentina es un país en decadencia y lo único que le falta es una crisis política», insistió la ganadora del Premio Konex de Platino.
«Una crisis de carácter personal y político que viví fue el golpe de Estado en 1976, porque cambio mi vida y tuve que estar en la clandestinidad con un domicilio que no fuera conocido y tampoco mi familia podía conocer donde estaba. Aprendí muchísimo sobre eso y durante la pandemia cuando la gente se desesperaba porque no podían ir de aquí para allá… yo les decía: viví la crisis del 76 y esto de la pandemia es una pavada», remarcó Sarlo.