Las fuerzas de Rusia siguieron bombardeando ciudades de toda Ucrania este martes, con intensos bombardeos sobre Sumy, en el norte del país, bombas de racimo sobre Mikoláiv y un ataque con misiles en Odesa, en el sur, información las autoridades ucranianas.
Tras fracasar en la toma de Kiev al comienzo de la invasión, Moscú ha pasado a una campaña de bombardeos devastadores para consolidar y ampliar su control del sur y el este del país. Las autoridades ucranianas afirman que los rusos militares han intensificado los ataques a larga distancia sobre objetivos alejados del frente, matando a un gran número de civiles.
Moscú dice que está atacando objetivos militares. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirma que Rusia ha disparado más de 3.000 misiles de crucero e innumerables proyectiles de artillería durante los cinco meses de conflicto. El fin de semana, el mandatario suspendió al jefe de seguridad del país ya su fiscal general, diciendo que no habían purgado a los espías rusos de sus organizaciones.
A pesar de su revelación de la penetración rusa en el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), responsables estadounidenses explicaron el lunes que Washington seguirá compartiendo la información de inteligencia que, según Estados Unidos, Kiev utiliza para responder a los ataques de Moscú, informó Reuters.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dice que su invasión de Ucrania es una «operación militar especial» para desmilitarizar al país vecino y erradicar a los que se denominan «peligrosos nacionalistas». Kiev y Occidente lo califican de intento de reconquista de un país que se liberó del dominio de Moscú en 1991.