En la tarde del lunes 18 de julio, el presidente Alberto Fernández se reunió con la titular de ANSES, Fernanda Raverta, para hablar acerca de los jubilados del país. La resolución de este encuentro fue extender la moratoria previsional hasta que se sancione una nueva ley en el Congreso de la Nación, un proceso que ya inició y tiene media sanción pero ante el receso legislativo quedó a medio camino.
La vigente ley que rige desde 2014 vence el próximo sábado y esperaron hasta último momento para resolverlo por el costo fiscal que implica. Mientras tanto, Gisela Marziotta del Frente de Todos presentó un proyecto de ley para prorrogar la moratoria de las jubilaciones para las mujeres que tienen más de 60 años pero carecen de 30 años de aporte.
«La moratoria previsional fue una política indispensable en nuestro país para garantizar que millones de mujeres mayores puedan acceder a su jubilación. Por eso tomamos la decisión de extender su plazo hasta que el Congreso sancione una nueva ley», anunció el presidente por medio de su cuenta de Twitter, donde realizó un hilo para esta medida.
¿Y si no anunciaban esta extensión de la moratoria previsional?
La ley 26.970 permite jubilarse sin tener los aportes requeridos por la ley. Para ello hay que declarar deudas con el Estado por aportes impagos correspondientes a etapas previas al 2005 y así acceder a abonarlas mediante el descuento de haberes en un plan de hasta 60 cuotas. Con su prolongación, esto seguirá vigente durante todo el receso del Congreso.
Sin esta extensión, las mujeres que cumplan 60 años desde el 24 de julio ya no podían acceder a la jubilación sin todos los aportes realizados. A su vez, los varones ya no pueden hacerlo en caso de que hayan cumplido los 65 años de edad desde el 18 de septiembre del 2016. De este modo, el Gobierno garantizó que todos puedan jubilarse más allá del contratiempo en el parlamento.