La crisis cambiaria que comenzó en abril del 2018 con Mauricio Macri como presidente siguió latente hasta la actual gestión de Alberto Fernández. Lo cierto es que desde la renuncia de Martín Guzmán, el país está reviviendo un nuevo periodo de incertidumbre similar, pero más acelerado y con más inflación. Por ejemplo, hace cuatro años un bife ancho costaba 100 pesos y hoy vale $999, es decir, tuvo un aumento del 899%.
Según datos recopilados por periodistas de Crónica TV, la yerba de 1kg valía en 2018 unos 80$ y hoy cuesta $858 (972%); la leche que es un producto esencial para los más vulnerables aumentó un 400% y la gaseosa de 1,5 litros 556%. La depreciación del peso argentino con respecto al dólar repercutió significativamente en los precios de la vida cotidiana.
«¿Por qué los gobiernos no han logrado que haya más empresas de lácteos para que puedan competir y que haya mejores precios?», sentenció el periodista Nacho Goano al ver el descalabro de precios entre los productos de primera necesidad. Otros panelistas del canal sugerían que el aumento descomunal es el resultado de la falta de control de precios por parte del Gobierno a los empresarios.
En el 2018, 1kg de café costaba 111 pesos y hoy $2035, por lo tanto, el salto representa 1733%. El litro de aceite de $66 a $183 y un paquete de fideos pasó de $22,5 a $80. En el caso de productos para la higiene personal, también los precios se dispararon como en el shampoo que pasó de $96 a $673 o la crema de enjuague de $147,50 a $700. Estos dos últimos aumentos están por arriba del 600%.
«En Argentina vos cobras en presos, pensas en pesos y transferís en pesos. Pero ahorras en dólares, porque si compras un auto o una casa es en dólares. El salario en pesos perdió 70% por año», explicó el abogado laborista, Juan pablo Chiesa, intentando sintetizar porqué los argentinos demandan tanto las divisas extranjeras.