Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) convocaron a una manifestación el próximo 17 de agosto. La medida de fuerza no es contra el Gobierno sino contra un determinado sector «especulador» que está obstaculizando el crecimiento económico del país y que han hecho que aumente el dólar durante la última semana. El organismo invitó a todos los espacios a unirse y desde la Asociación Bancaria (AB) se adhirieron.
Sergio Palazzo, uno de los secretarios de le entidad, denunció que «no se puede tolerar a aquellos que se enriquecen remarcando ni a quienes vuelven a promover golpes de Estado especulando con el dólar, la cosecha y los alimentos» de los argentinos. De esta manera, anunció que su espacio marchará junto a la CGT y otras organizaciones sociales hacia la Plaza de los Dos Congresos.
Además, agregaron que «no se puede ignorar la responsabilidad de los contrabandistas de granos y productos alimenticios, de quienes sub facturan exportaciones y de quienes sobre facturan importaciones, evaden impuestos y fugan capitales». Ante esto, llamaron a «articular y promover la movilización convocada por la CGT» prevista el 17 de agosto.
Los motivos de la crisis
Un punto importante del escrito que difundió Télam es que detallan los motivos de los problemas económicos del presente. «Un plan de pagos al FMI que es inviable a consecuencia de las sucesivas crisis de las que no somos responsables. La primera generada con el concurso, en 2018/2019, de ese organismo para cubrir a los fondos de inversión y la campaña electoral del macrismo«, detallaron.
«La segunda, 2020-2021 por la pandemia; este año por los efectos del proceso inflacionario mundial detonado por una guerra de la que no tenemos nada que ver, todas potenciadas por la voracidad de los formadores de precios y los especuladores financieros», agregaron desde la Asociación Bancaria como señal de adhesión a la CGT.
Por último advirtieron que «más vale prevenir que resistir, más vale decir basta a tiempo, antes de seguir llorando la exclusión de millones de niñas, niños, jubilados y jubiladas. De familia condenadas a una pobreza eterna. De nada vale medrar con moderaciones contemplativas cuando nos están quitando lo que es nuestro, negando la satisfacción de necesidades que son derecho, cuando degradan con sus acciones de mercado el poder adquisitivo de los ingresos alimentarios de todas y todos cuando está en riesgo la democracia».