Miguel Etchecolatz, a los 93 años, murió este sábado en una clínica donde aguardaba ser intervenido quirúrgicamente. El represor de la última dictadura militar se encontraba internado en las últimas horas por sus diversos problemas de salud. El exjefe de la Policía bonaerense estaba cumpliendo una condena perpetua por cometer delitos de lesa humanidad.
Uno de los principales genocidas que tuvo la última dictadura militar, en Argentina, falleció antes de que le realizaran una operación ya pactada. Etchecolatz tenía 93 años y estuvo preso en una cárcel común hasta sus últimos días. Hace algunas semanas había sido beneficiado con la prisión domiciliaria, pero la cantidad de perpetuas que tenía (nueve) le prohibió recluirse en su casa.
Según NA, la información sobre la muerte del genocida se la confirmó el Tribunal Oral Federal número uno de La Plata a los querellantes en las causas que responden a la violación de DD. HH. durante la última dictadura. Desde el inicio de la pandemia Etchecolatz fue enviado a la Unidad 34 de Campo de Mayo. Estuvo detenido allí hasta las últimas semanas donde fue enviado a una clínica de Merlo. Posteriormente lo trasladaron a un establecimiento para hacerle los preparativos para la operación.
Finalmente la intervención quirúrgica no llegó ya que murió antes de ser operado. El reporte realizado por el Cuerpo Médico Forense, el exjefe de la Policía bonaerense tenía incontable cantidad de problemas arteriales: hipertensión, un accidente cerebro vascular (ACV), deterioro cognitivo, insuficiencia cardíaca, insuficiencia venosa, hiperplasia benigna de próstata y diverticulosis colónica.
En el mes de mayo había recibido su última condena que terminó siendo otra prisión perpetua. Etchecolatz fue hallado responsable de los delitos de “privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos y homicidio calificado” en perjuicio de Jorge Julio López, Norberto Rodas, Alejandro Emilio Sánchez, Patricia Dell Orto, Francisco López Muntaner, Efraim Guillermo Cano y Ambrosio De Marco.