Este viernes, cientos de personas más fueron evacuadas de sus hogares debido a los incendios forestales que arrasaron tierras en Francia, España y Portugal, y las autoridades europeas han emitido advertencias sanitarias por la ola de calor en los próximos días.
Más de 1.000 bomberos, asistidos por hidroaviones, combaten desde el martes dos incendios en el suroeste de Francia, avivados por un calor abrasador, unas condiciones ideales para la formación de incendios y unos fuertes vientos. Aunque las temperaturas bajaron un poco en Portugal, se esperaba que superaran los 40 grados en algunos lugares, con cinco distritos en alerta roja por condiciones meteorológicas extremas, según las autoridades.
En España, el Ministerio de Medio Ambiente expresó que estaba ayudando a combatir 17 incendios en todo el país. Las autoridades están preocupadas por los efectos en la salud de las personas y en los sistemas sanitarios, que ya se enfrentan a la pandemia del coronavirus, a medida que el calor abrasador afecta al continente, con advertencias de que lo peor está por llegar en Reino Unido en particular.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) afirmó que la ola de calor atrapará los contaminantes atmosféricos, degradando la calidad del aire, especialmente en las ciudades. «La atmósfera estable y estancada actúa como una tapa que atrapa los contaminantes atmosféricos, incluidas las partículas (en suspensión)», explicó Lorenzo Labrador, responsable científico de la OMM, replicó Reuters.
El meteorólogo británico emitió su primera advertencia roja de «calor extremo» para partes de Inglaterra, cuando se prevé que las temperaturas alcancen los máximos históricos la próxima semana. «Es probable que a principios de la semana que venga se registren temperaturas excepcionales, tal vez récord», dijo el meteorólogo jefe de la Met Office, Paul Gundersen.
