A partir de las 0.00 de este martes 19 de julio y por tiempo indeterminado se reducirá en un 50% la frecuencia en el servicio de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Es en el marco de una medida de fuerza a raíz de un supuesto atraso en el pago de los subsidios a las tarifas del transporte público, informó la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP).
“Tenemos que tomar esta medida para acomodarnos a los recursos que tenemos”, dijo José Troglio a NA, presidente de la CEAP, en referencia a la decisión tomada para los servicios que funcionan en el AMBA. El empresario subrayó que “el desfasaje es de un mes”, lo que implica cerca de unos $18.000 millones para el conjunto de las 170 empresas que operan en la región a través de unas 300 líneas de colectivos.
“Las entidades empresarias de transporte público de pasajeros por automotor alertan a la población ante el considerable atraso verificado en la acreditación de los fondos de las compensaciones tarifarias correspondientes a los mayores costos incurridos durante el año en curso”, señaló la citada entidad que agrupa a las empresas de transporte en un comunicado.
En tanto, Troglio dijo que “no hay reuniones pautadas con el Ministerio de Transporte”, que es el responsable del giro de los fondos, pero al mismo tiempo fue tajante con la situación: “Esto no se arregla con reuniones sino con la plata”. Luego, el empresario pasó a explicar los gastos afrontados por las distintas líneas y anunció la medida.
“Las empresas llevan afrontados gastos correspondientes a mayores costos del primer semestre por un valor total equivalente a las compensaciones de un mes completo, en virtud de lo cual se informa que con el objeto de no interrumpir totalmente las prestaciones y compatibilizarlas con los recursos económicos disponibles, a partir del martes 19 de julio, a las 00.00, se prestarán los servicios con el 50% de la frecuencia normal y habitual”, precisó CEAP.
Troglio agregó que un mes de deuda acumulada equivale a $18.000 millones y que las empresas no están en condiciones de soportar ese desfasaje. “Lo que paga el usuario cuando pasa la tarjeta SUBE es apenas el 10% del costo y el 90% restante corresponde a las compensaciones, por eso no se puede seguir así”, explicó el dirigente de la Cámara.
El representante empresarial reveló en este sentido que “la semana pasada hubo una empresa ya tuvo que reducir sus servicios de manera forzada porque no tuvo el dinero para pagar el gasoil”. “Para no llegar a una medida extrema es que reducimos los servicios para ajustarnos al dinero que tenemos”, justificó Troglio. Además de CEAP, adhirieron a la medida la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (CETUBA) y la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTCBA).
Desde hace varias semanas existe un borrador circulando por los despachos oficiales sobre un ajuste de las tarifas de los servicios de transporte que incluye colectivos, trenes y subtes. Pero en la discusión también se mezcla el traspaso de las 32 líneas de colectivo que circulan en forma exclusiva por la Ciudad de Buenos Aires.
En definitiva, lo que está en disputa es la reducción del gasto público, que tuvo su primera etapa en el recorte de los subsidios energéticos y luego llegará el tiempo del transporte. Ambas medidas están contempladas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional como parte de las herramientas para lograr una reducción del déficit fiscal a 2,5% del Producto Interno Bruto.