Este jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su par de China, Xi Jinping, conversaron por teléfono durante más de dos horas, según la Casa Blanca, que no brindó muchos detalles sobre lo conversado. Se trata de la quinta llamada telefónica de los dos líderes desde que el demócrata llegó a la Washington en enero 2021.
La llamada ha despertado especial atención debido a las tensiones entre los dos países por la invasión rusa a Ucrania, los aranceles estadounidenses sobre productos chinos y, sobre todo, por un posible viaje a Taiwán en agosto de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, informó NA.
Sería la primera visita de un presidente de la Cámara de Representantes desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich visitó la isla. El Gobierno chino ha dejado claro percibe el viaje como una amenaza. El portavoz de la Cancillería, Zhao Lijian, manifestó que el gigante asiático «responderá con firmeza» y Estados Unidos tendrá que «asumir todas las consecuencias» que surjan de la posible visita de Pelosi.
Biden también planeaba discutir cuestiones relacionadas con el clima y la competencia económica, informó una fuente relacionada con el tema a la agencia Reuters, así como la idea de poner un tope al precio del petróleo ruso para castigar a Moscú por su guerra en Ucrania, una cuestión que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, planteó a sus homólogos chinos a principios de julio.
El gobierno de Biden debatió si levantar algunos aranceles sobre los productos chinos como una forma de aliviar la creciente inflación, pero funcionarios dijeron que no se esperaba una decisión antes de la llamada. Cuando Biden habló por última vez con Xi en marzo, le advirtió de «consecuencias» si Pekín daba apoyo material a la guerra de Rusia.