Varios incendios forestales de grandes dimensiones se extendían por el centro de Portugal y el oeste de España, poniendo en peligro localidades durante una ola de calor que según los meteorólogos elevará las temperaturas a niveles cercanos o superiores a los máximos históricos este miércoles, lo que probablemente avivará más el fuego.
Casi todo el territorio continental de Portugal estaba en alerta roja por condiciones de calor extremo, y se esperaba que la temperatura en el distrito central de Santarém, al noreste de Lisboa, alcanzara los 46°C, según el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA). La temperatura récord del país, de 47,3°C, se registró en 2003.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió el martes que la ola de calor se estaba extendiendo e intensificando en amplias zonas de Europa. Según un informe de la ONU publicado en febrero de 2022, se espera que el número de incendios extremos aumente un 30% en los próximos 28 años, ya que el cambio climático provocado por el ser humano está provocando sequías.
En Lisboa, se esperaba que los termómetros registraran 43°C, cerca del récord de 44°C que la ciudad registró en 2018. Más de 1.400 bomberos, asistidos por 23 aviones, luchaban contra una decena de incendios en todo el país, azotado por la sequía, y los dos más grandes en el centro de Portugal seguían activos desde al menos el martes, informó Reuters.
En la región occidental española de Extremadura, fronteriza con Portugal, los bomberos evacuaron durante la noche a varios cientos de habitantes por precaución y siguieron luchando contra un complicado incendio que el martes se extendió a la vecina provincia de Salamanca, en la región de Castilla y León. Partes de Extremadura, Andalucía y Galicia estaban en alerta roja por calor extremo, las temperaturas podrían superar el récord anterior de 47,4°C para toda España.