El jefe de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, por cuya cabeza Estados Unidos se ofrecía una recompensa de 25 millones de dólares, sobrevivió durante años en las escarpadas montañas de Afganistán, pero sus últimos meses los pasó en un lujoso barrio de Kabul donde también viven altos cargos de los talibanes.
Las autoridades estadounidenses dijeron que misiles Hellfire de un avión no tripulado estadounidenses mataron al hombre de 71 años cuando salió al balcón de una casa en Kabul el domingo por la mañana. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que no se produjeron muertos entre la población civil.
Los talibanes confirmaron un ataque aéreo contra una casa residencial en la zona de Sherpoor, en Kabul, pero dijeron que no hubo víctimas. Zawahiri se trasladó a un «lugar muy seguro» en Kabul unos meses después que los talibanes se hicieran con el control de Afganistán en agosto del año pasado, declaró el martes a Reuters un alto dirigente del grupo radical bajo condición de anonimato.
El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, condenó el ataque con drones y lo calificó de violación de los «principios internacionales». Dos portavoces talibanes no respondieron a la solicitud de la agencia Reuters en busca de detalles sobre la muerte de Zawahiri.
Imágenes no verificadas en redes sociales de lo que se describió como el objetivo del ataque mostraban ventanas destrozadas de un edificio de color rosa, con sus vallas rematadas con rollos de alambre de espino. La casa parecía tener dos o tres pisos de altura y estaba rodeada de árboles.
Sherpoor es una zona tranquila y frondosa de Kabul con grandes casas, donde vivió el exgeneral afgano y hombre fuerte de etnia uzbeka Abdul Rashid Dostum, entre otros dignatarios locales. Algunas casas tienen piscinas en sus jardines. Las embajadas de Estados Unidos y de la OTAN se encuentran a pocos kilómetros de la zona.