Siempre directa y dispuesta a decir lo que piensa. Así es como se muestra una de las periodistas más importantes de nuestro país, como es el caso de Cristina Pérez. Fue en su editorial de Radio Rivadavia, donde habló de lo que está sucediendo dentro del gobierno nacional, en medio de los cambios y la crisis que afecta a gran parte de la población.
«El tiempo apremia para Cristina Kirchner y no sólo en el ámbito judicial. La gravedad de la crisis arroja por estas horas una contorsión que los mercados no terminan de creer: el gobierno que hizo un dogma de la emisión sin control escalando el proceso inflacionario, busca producir un ajuste. El drama acarrea todos los aditamentos de las tristemente frecuentes crisis argentinas», comenzó disparando.
«Se espera el lúgubre índice de una inflación desbocada pisando los 8 puntos y el 7,7% que arrojó la marca en la ciudad anticipa el mal trago. Al contexto no le falta nada. También, reapareció en televisión el propio Domingo Cavallo, autor del único plan que estabilizó precios fuertemente en 70 años, la Convertibilidad. Cavallo predijo que si el gobierno no reacciona con medidas más contundentes podría ocurrir una fuertísima devaluación que es lo que dicen querer evitar», aseveró nuevamente la comunicadora.
Delante de los oyentes que la siguen a diario, Cristina Pérez fue por más. «Domingo Cavallo afirmó que el gran problema es que el trío que gobierna no tiene una orientación clara en materia económica sino que suscriben a lo que llamó “una economía a contramano”. Sobre las oscilaciones de Sergio Massa concluyó en que duda de la seriedad de su pensamiento. Pero lo conminó a hacer algo que de resultados en términos de inflación para evitar que todo termine mal», aclaró.
«¿Serán capaces de reaccionar a tiempo? Esa es la gran pregunta. El problema es que la batería de medidas que según Cavallo funcionaría incluyen bajar retenciones, restablecer reglas de juego para las inversiones u otras bondades del mercado. Recetas que, para Cristina, utilizando una palabra que ella usa, apestan. Y lo que no hay que olvidar en esta historia es que, aunque el mascarón de proa sea Sergio Tomás Massa, como se vio con las designaciones en la segunda línea de energía o en la tardanza para nombrar un viceministro, no es lo que Massa dijo que hará. Es lo que Cristina lo dejará hacer. En algunas cuestiones no cambió nada en el poder. Sólo el fusible», sentenció.