Gustavo Petro se convirtió el domingo en el primer presidente de izquierda de Colombia, un país históricamente dominado por conservadores y liberales, que prometió gobernar con un «gran acuerdo nacional para construir los máximos consensos» en torno a las ambiciosas reformas que propuso en la campaña.
A sus 62 años, este economista que integró la guerrilla, fue alcalde de Bogotá y tuvo varios períodos en el Congreso logró entrar en la historia colombiana al obtener en junio pasado 50,4% de los votos en su tercer intento por llegar a la Casa de Nariño. Colombia debió esperar 212 años para tener un mandatario de izquierda, informó Télam.
En una masiva ceremonia de posesión en la Plaza de Bolívar de Bogotá, el nuevo mandatario expresó: «Se acabaron los no se puede, los siempre fue así; hoy empieza la Colombia de lo posible, hoy empieza nuestra segunda oportunidad, desde hoy soy el presidente de todos los colombianos y colombianas, es mi deseo y mi deber».
«Es la hora del cambio, nuestro futuro no está escrito. Podemos escribirlo juntos en paz y en unión», agregó. Además, apeló a una de sus principales promesas de campaña, la reforma impositiva, que aseguró que busca generar «justicia» y que no se trata de «un castigo sino el pago solidario que alguien afortunado hace a una sociedad que le permite y le garantiza la fortuna».
La igualdad de género, la agenda verde y el cambio climático, el trabajo a favor de los «marginados», la unidad latinoamericana que «no puede ser una retórica o un mero discurso», fueron algunos de los puntos destacados que el nuevo presidente enumeró en lo que llamó su «decálogo de gobierno» y recitó con el puño izquierdo levantado.
La jura
«No miremos para otro lado, no seamos cómplices; con voluntad políticas de redistribución y programas de justicia vamos a hacer una Colombia más igualitaria», dijo en su discurso. Los encargados de tomarle juramento fueron las máximas autoridades del Congreso: el presidente del Senado, Roy Barreras, y David Racero, el líder de la Cámara de Representantes.
«Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia», dijo Petro con la mano en alto. Barrera le colocó la banda presidencial con la ayuda de la senadora del Pacto Histórico María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, compañero de Petro en la guerrilla del M-19 y asesinado en abril de 1990, cuando era candidato a presidente.
Además le colocaron un prendedor de una paloma para simbolizar «la paz total», en palabras del senador. A continuación, Petro le tomó juramento a la vicepresidenta Francia Márquez quien invocó «a Dios y al pueblo» para «cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia», y agregó: «También juro ante mis ancestros y ancestras, hasta que la dignidad se haga costumbre».