Salman Rushdie continúa internado en estado crítico luego de sufrir heridas graves al ser atacado este viernes en Estados Unidos, un hecho que conmocionó e indignó a gran parte de la sociedad y a líderes mundiales. Asimismo, despertó elogios para el galardonado autor, quien durante más de 30 años sufrió amenazas de muerte por su novela “Los versos satánicos”.
El escritor de 75 años, según Télam, sufrió daño hepático como consecuencia del ataque que además le provocó el corte de nervios en uno de sus brazos, y lesiones en un ojo, por lo que fue sometido a una cirugía y continuaba conectado a un respirador artificial, según informó su agente Andrew Wylie a la prensa estadounidense.
Su colega y amigo, el escritor Ian McEwan, lo llamó «defensor inspirador de los escritores y periodistas perseguidos en todo el mundo», y el actor y autor Kal Penn lo citó como un modelo a seguir «para toda una generación de artistas, especialmente muchos de nosotros en la diáspora del sur de Asia hacia la que ha mostrado una calidez increíble”, informó The New York Times.
Quién es el atacante de Salman Rushdie
El supuesto atacante del escritor fue identificado por la policía como Hadi Matar, de 24 años, que fue arrestado después del ataque en la Institución Chautauqua, un centro educativo y de retiro sin fines de lucro donde Rushdie tenía previsto hablar. Matar es de Fairview, Nueva Jersey. Nació en Estados Unidos y sus padres son libaneses, emigrados de Yaroun, una aldea fronteriza en el sur de Líbano, informó el alcalde de la aldea, Ali Tehfe.
Acorde amplió AFP, los fundamentalistas islámicos aprobaron el ataque contra Rushdie. ”Salman Rushdie había escrito un libro y, según el imán Khomeini, su ejecución estaba autorizada porque había expresado ideas blasfemas en su novela. Me alegró escuchar la noticia del ataque”, aseguró Ahmad, estudiante de Administración.
Condenado a muerte desde 1989
Desde 1989 pesa sobre Rushdie una condena de muerte, a partir de una fatwa dictada por el ayatolá Ruhollah Khomeini, de Irán, cuatro meses antes de morir. Su libro fue prohibido en el país por hacer otra interpretación sobre la “revelación divina” que tuvo el profeta islámico Mahoma. Según la novela, el líder espiritual pudo haber confundido con “inspiración satánica” de tres diosas preislámicas.
A fines de la década de 1990, luego de que en 1998 Irán declarara que no apoyaría su asesinato, Rushdie dejó de esconderse, aunque continuó su vida bajo fuertes medidas de seguridad, dado que un grupo radical ofreció una recompensa de tres millones de dólares por su cabeza, amenaza que él mismo minimizó.
Logró escapar a los inminentes intentos de asesinato durante los años 90. No obstante, muchos de sus colaboradores se convirtieron en víctimas porque la fatwa de Khomeini no suponía solo la condena de Rushdie, sino también la de todos los editores que publicaran su obra, entre ellos Hitoshi Igarashi, el traductor japonés de «Los versos satánicos», quien murió tras ser apuñalado.
