Con el pedido de condena de 12 años para Cristina Kirchner en el juicio de la Causa Vialidad, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola lograron algo que parecía imposible: realinear las fuerzas del Frente de Todos y suspender las diferencias en la coalición gobernante. A su vez, parece reordenarse Juntos por el Cambio. Pero, sobre todo, hay algo que está tomando cada vez más fuerza, y es la supuesta ambición de un “CFK 2023”.
La figura de “persecución política” a la vicepresidenta parece convencer al interior del Gobierno y la levantan hasta lo oficialistas con peor relación con el kirchnerismo. En tanto, el presidente Alberto Fernández se esfuerza por mostrarse como uno de los mejores defensores jurídicos del caso, y considera central mantenerse “en permanente estado de alerta y movilización”, consignó la agencia NA.
“Miren que puedo tener diferencias con Cristina, pero en esto estoy absolutamente de su lado. No tuve diferencia ni cuando no nos hablábamos. Cuando no nos hablábamos, estuve en todos los canales de televisión defendiéndola”, enfatizó el mandatario ante el Consejo Nacional del PJ. La acción en las calles es inminente, resta afilar la convocatoria y ver cómo se desencadenan los hechos del día a día.
Las instancias plenarias convocadas para organizar acciones a futuro en defensa de Cristina Kirchner se suspendieron a raíz del vallado dispuesto por el Gobierno porteño en inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta. En su lugar, el oficialismo llamó a una movilización hacia Juncal y Uruguay de la que participaron incluso funcionarios y dirigentes, incluida la portavoz presidencial Gabriela Cerruti, respaldada por el Presidente a través de su cuenta de Twitter.
Ante ello, Juntos por el Cambio se vio obligado a dar una conferencia de prensa dejando una peculiar postal de unidad sostenida por la denuncia contra la vicepresidenta por “alentar a la violencia”. Uno a uno ubicados detrás del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dirigentes de los distintos espacios de la coalición respaldaron los reclamos. Desde sus redes sociales, Mauricio Macri apadrinó las exigencias y cruzó a la vicepresidenta con dureza.
En paralelo, en una mesa de diálogo entre las partes, protagonizadas por los ministros de Seguridad, Aníbal Fernández por Nación y Marcelo D’Alessandro por CABA, resolvieron bajar la tensión. Desde su casa en Recoleta, la exmandataria esbozó un breve discurso con algunos tintes electorales en el que polarizó con la oposición y envió a su militancia “a descansar”, desarticulando así la respuesta en su nombre.
¿Cristina Kirchner 2023?
Aunque desde su entorno sostengan que “todavía falta mucho”, no es la primera señal de cara a 2023 que envía Cristina durante la semana. El pasado jueves se dejó retratar usando una gorra negra con la leyenda “CFK 2023”, que le extendió uno de sus seguidores. De hecho, el sábado, mientras ella arremetía contra Juntos por el Cambio en un improvisado escenario ubicado en la esquina de su piso, los manifestantes coreaban “Presidenta, Cristina presidenta”.
Los peculiares tweets de su abogado Gregorio Dalbón dejan en claro que, a pesar de haberlos atribuido a título personal, en su entorno el tema está instalado. Con varias instancias organizativas en curso, entre ellas, un nuevo Congreso del PJ programado para el 3 de septiembre y nuevas reuniones de sus miembros, el oficialismo –con el mandatario a la cabeza– cierra líneas y define las acciones a seguir para respaldar a la ex presidenta en las calles.
¿Y Juntos por el Cambio?
Del otro lado, Juntos por el Cambio esconde sus ya conocidas diferencias bajo la alfombra y potencia la denuncia contra Cristina Kirchner. Esto, aún en esta instancia, les vale la demarcación de referentes de peso como Facundo Manes y Gerardo Morales que hacen públicos sus debates. De hecho, el neurocientífico fue apuntado debido a no votar a favor del pedido de juicio político contra Alberto Fernández por sus desafortunados dichos contra el fiscal Luciani.