Este lunes, el ejército de China anunció nuevos ejercicios militares en los mares y el espacio aéreo en torno a Taiwán, un día después de la finalización prevista de sus mayores maniobras para protestar contra la visita de la semana pasada a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
El Mando del Teatro Oriental del ejército chino informó que realizará simulacros conjuntos centrados en operaciones antisubmarinas y de asalto marítimo, confirmando los temores de algunos analistas de seguridad y diplomáticos de que Pekín podría seguir manteniendo la presión sobre las defensas de Taiwán.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán condenó la medida, diciendo que China estaba creando crisis deliberadamente. Exigió a Pekín que detuviera sus acciones militares y «se retirara del borde». «Ante la intimidación militar creada por China, Taiwán no tendrá miedo ni retrocederá, y defenderá con más firmeza su soberanía, su seguridad nacional y su modo de vida libre y democrático», explicó el ministerio en un comunicado.
La visita de Pelosi a Taiwán la semana pasada enfureció a China, que considera la isla autogobernada como propia. Pekín respondió con sus primeros simulacros de disparo de misiles balísticos sobre Taipéi, además de abandonar algunas líneas de diálogo con Washington. Todavía no se conoce la duración ni el lugar exacto de los últimos simulacros, informó Reuters.
Poco antes de que se anunciaran los últimos simulacros, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, se reunió con el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, a quien expresó su emoción por su determinación de visitar la isla a pesar de la presión militar de China.