Alemania reducirá el impuesto sobre las ventas del gas al 7%, en un esfuerzo por amortiguar el impacto de las cargas adicionales que se imponen a los consumidores para garantizar que las empresas energéticas puedan costear un suministro cada vez más caro, informó este jueves el canciller Olaf Scholz.
«El tipo impositivo reducido será vigente mientras se aplique el gravamen, es decir, hasta marzo de 2024», añadió Scholz. Alemania había estado en conversaciones con la Comisión Europea para encontrar otra forma de reducir la carga de los costes para los consumidores, después de que la Comisión dijera que la oferta de Alemania de una exención del impuesto sobre el valor añadido no era posible.
La medida llega después de que esta semana se anunciaran impuestos que añadirán cientos de euros a la factura energética de una familia media. Los gravámenes se impondrán a partir del 1 de octubre en un intento por ayudar a Uniper —el mayor importador de gas ruso del país— y a otros importadores a hacer frente a la subida de los precios.
«Con este paso, ofrecemos un alivio que es claramente mayor que la carga adicional que suponen los suplementos y esperamos de las empresas del sector del gas que transmitan esta reducción de forma directamente proporcional a los consumidores», expresó Scholz en una breve conferencia de prensa, replicó Reuters.
El canciller cerró su anuncio recordando que en las próximas semanas dará a conocer un tercer paquete con medidas de alivio para ciudadanos y empresas, que se sumará a los dos primeros que ya han sido acordados, con un coste de 30.000 millones de euros. «La cuestión de la justicia es decisiva para que el país permanezca unido en esta crisis», aseveró.