Este viernes, el papa Francisco se reunió con el obispo Antonio, el segundo líder más poderoso de la Iglesia Ortodoxa Rusa, antes de una esperada cumbre el próximo mes con el patriarca Kirill, que apoya la invasión rusa a Ucrania. Antonio de Volokolamsk es un religioso de máxima confianza de Kiril, al punto que ya a los 24 años había sido nombrado su secretario privado.
Fue su primera reunión desde que el predecesor de Antonio, Hilarión, fue destituido en junio en una decisión abrupta que indicaba la discordia en la cúpula del Patriarcado de Moscú sobre el conflicto. El Vaticano incluyó a Antonio entre las citas oficiales del Papa, pero no dio detalles de lo que se discutió en la audiencia privada.
Francisco asistirá a un congreso de líderes religiosos en la capital kazaja, Nursultán, del 13 al 15 de septiembre, donde ha dicho que espera reunirse con Kirill. Bulat Sarsenbayev, director de la organización kazaja que acoge el congreso, anunció al Astana Times que el patriarca ruso confirmó su presencia al evento religioso.
Kirill, estrecho aliado del presidente Vladimir Putin, ha respaldado con entusiasmo la invasión rusa a Ucrania, que el patriarca ve como un baluarte contra un Occidente que considera decadente. Su postura provocó un roce con el Vaticano y desató una rebelión interna que llevó a la ruptura de los lazos de algunas iglesias ortodoxas locales con la Iglesia Ortodoxa Rusa, informó Reuters.
Francisco, que calificó el conflicto como una «guerra de agresión cruel y sin sentido», había planeado reunirse con Kirill el 14 de junio en Jerusalén, pero lo canceló por consejo de diplomáticos del Vaticano. La única que vez que se reunieron, fue en Cuba en 2016, siendo la primera reunión entre un Papa y un líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa desde el Gran Cisma de 1054.
