El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, volvió a ser el eje de cuestionamientos y cargadas a raíz de un nuevo blooper. Luego de varios episodios curiosos, el titular de Casa Blanca quedó grabado en una desopilante secuencia, que rápidamente se hizo viral en las redes sociales. Todo ocurrió en el marco de la visita de Biden a Kentucky, donde observó el resultado de las recientes inundaciones y analizó acciones al respecto.
El mandatario norteamericano llegaba a Kentucky, a bordo del helicóptero presidencial. Al bajar de la aeronave junto a su esposa Jill, comenzaron los problemas para Biden. En su intento de ponerse su saco, el presidente de Estados Unidos pudo vestir su brazo derecho sin inconvenientes. Pero el izquierdo se le complicó. Tras unos segundos lidiando con la manga, la Primera Dama atinó a ayudarlo.
El registro fílmico, de C-Span, dura 43 segundos. Pero eso no fue todo. Además del saco, tampoco estuvieron del lado de Biden sus propios anteojos. Es que cuando intentó acomodar la solapa de la prenda realizó un movimiento tan brusco que terminó con la caída de sus gafas –que llevaba puestas– al suelo, producto de un golpe seco. Luego, el presidente de Estados Unidos se agachó, las tomó y se las volvió a poner.
Los demás bloopers de Biden
No es la primera vez que Biden protagoniza situaciones desde curiosas hasta incómodas. El mandatario norteamericano comenzó el año confundiendo a ucranianos con iraníes, al hablar de Ucrania, a poco de iniciada la invasión rusa en ese territorio. Fue durante un discurso ante el Congreso. “(Vladimir) Putin puede cercar Kíev con tanques, pero nunca ganará los corazones y las almas del pueblo iraní”, lanzó Biden. El momento será recordado además por el rostro sorprendido de su vicepresidenta, Kamala Harris.
Listen again and watch Kamala pic.twitter.com/py4huXmqSo
— ? (@gearholla) March 2, 2022
Días después al furcio sobre los ucranianos, en Argentina, compararon a Biden a con el expresidente Fernando de la Rúa por sus dudas al retirarse de un escenario. En Fort Worth, Texas, Biden terminaba un discurso y para bajarse del escenario, giró hacia su derecha y comenzó a caminar con algo de dudas. A los pocos segundos, se dio cuenta de que no había salida en esa dirección. Con la mira puesta en uno de sus colaboradores, procedió a señalar a ambos lados esperando instrucciones. Finalmente, encontró el lugar correcto con la ayuda un asistente.
Por abril pasado, durante un acto en la Universidad Estatal Técnica y Agrícola de Carolina del Norte, en Greensboro, Biden habló sobre “los esfuerzos para reducir los costos, reconstruir las cadenas de suministro y sentar las bases para la renovación económica” y promover los productos “Made in America”. Al concluir su speech, el mandatario giró hacia la derecha y extendió su mano para saludar a alguien inexistente. Evidentemente confuso, comenzó a deambular por el escenario, como intentando encontrar a una persona o una salida.
A mediados de mayo, en una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, y Biden tuvo otro desliz. “El Indo-Pacífico es un Indo-Pacífico libre y abierto, estable y próspero, resistente y seguro. Es lo que todos estamos buscando”, afirmó. Y continuó: “Por eso le pedí a la presidenta Harris que viajara a la región el pasado mes de agosto”. La confusión ocurrió en ese momento en el que llama “presidenta” a la vice.
Adentrado junio, se viralizó un video en el que el presidente norteamericano sufrió un tremendo golpe al caerse de una bicicleta. Un video muestra al mandatario levantándose inmediatamente después del incidente y se lo escucha decir: “Estoy bien”. En ese momento, Biden se encontraba junto a su esposa Jill cerca de su casa de vacaciones en Rehoboth Beach, Delaware.
Finalmente, en julio último, Biden leyó mal el telepromter durante un discurso en donde se realizaba un anuncio sobre el aborto o interrupción del embarazo. “End of quote. Repeat the line (Fin de la cita. Repita la línea)”, dijo en voz alta el titular de la Casa Blanca, sin darse cuenta que esas oraciones era simplemente la indicación para que termine el discurso y no parte del mismo.