Este martes, la ONU pidió 160 millones de dólares para ayudar a Pakistán mientras helicópteros del ejército rescataban a familias varadas y arrojaban paquetes de alimentos en áreas inaccesibles tras las lluvias e inundaciones «epocales». «Pakistán está inundado de sufrimiento», expresó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El diluvio histórico, provocado principalmente por lluvias monzónicas anormales, ha matado a más de 1.100 personas, afectado a 33 millones y destruido hogares, negocios, infraestructura y cultivos. «El pueblo paquistaní se enfrenta a un monzón con esteroides: el implacable impacto de niveles históricos de lluvia e inundaciones», agregó el diplomático portugués.
Guterres explicó que la escala de las necesidades del país, con millones de personas obligadas a abandonar sus hogares y escuelas, las instalaciones de salud y los medios de subsistencia destruidos por la catástrofe climática, requería la atención colectiva y prioritaria del mundo.
Casi 300 personas varadas, incluidos algunos turistas, fueron transportadas por aire en el norte de Pakistán este martes, dijo una agencia estatal de gestión de desastres en un comunicado, y agregó que más de 50.000 personas habían sido trasladadas a dos refugios gubernamentales en el noroeste, informó Reuters.
La gente se quejaba en los albergues. «La vida es muy dolorosa aquí», dijo a Reuters Sadiq Hussain, un aldeano de 63 años. Guterres anunció que viajará a Pakistán la próxima semana. Se espera que llegue a Islamabad el 9 de septiembre y regrese a Nueva York el 11 de septiembre.