Guatemala, inmersa en una grave crisis sociopolítica, fue escenario de otra protesta masiva por parte de estudiantes, indígenas y miembros de grupos sociales que volvieron a marchar en la capital para denunciar corrupción en el gobierno del presidente conservador Alejandro Giammattei y un fraude para elegir al rector de la única universidad pública del país.
«Se está protestando contra la corrupción y la impunidad que siguen empujando al gobierno de Giammattei y al pacto de corruptos», explicó a periodistas Daniel Pascual, líder del Comité de Unidad Campesina (CUC), una de las organizaciones que convocó a la protesta, que fue seguida por decenas de policías, informó Télam.
También se denunció una campaña de «criminalización» de opositores, como el procesamiento el martes por lavado de dinero del periodista José Rubén Zamora, titular del diario El Periódico, un medio que ha publicado informaciones sobre presuntos actos de corrupción de Giammattei y de la fiscal general, Consuelo Porras y que sigue encarcelado con prisión preventiva.
El mandatario fue acusado de crear un clima de corrupción junto a Porras, sancionada el año pasado por Estados Unidos, que la incluyó en una nómina de personas «corruptas y antidemocráticas». La sanción ocurrió después de que Porras despidiera a Juan Francisco Sandoval, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), considerado por Washington como un «campeón anticorrupción».
Sandoval fue involucrado en un posible soborno de empresarios rusos a Giammattei para operar un puerto sobre el Caribe. «Cuando no actúas contra la corrupción la estás apoyando», señalaba una pancarta en la marcha, en la que también se reclamó por el «alto costo de la vida» debido al aumento en los precios de alimentos y medicinas, entre otros productos básicos.
También se denunció la elección mediante «fraude» de Walter Mazariegos como rector de la Universidad de San Carlos (USAC), la única pública de Guatemala y con peso en decisiones políticas del país. El mes pasado, el ombudsman Jordán Rodas dijo que Guatemala atraviesa uno de sus peores momentos de corrupción al ser gobernada por un «régimen autoritario», con instituciones «cooptadas» y persecución a fiscales y jueces que investigaron mafias.